El pasado, 17 de Junio, se disputaba el archiconocido, MAM. Una dura prueba de 44 kms. por la sierra de Madrid. Nos propusimos disputarla este año mi amigo Juanjo Malpica y yo. Para los dos sería nuestro primer MAM, aunque no éramos novatos en la distancia de Maratón. Llegamos a Cercedilla el sábado sobre las 20:00 a punto para recoger el dorsal y ya el día presagiaba lo que iba a ocurrir, en apenas 5 horas habíamos pasado de los 32º C. de Villena a los 9º C. No cesaba de llover y no lo hizo e toda la noche.
A la mañana siguiente, entre risas, nos decíamos que bien vamos a correr con lluvia, eso nos hará mas llevadera la carrera, lo que no sabíamos es que no iba a cesar de llover hasta el mismo final. Lo que al principio era novedad, imaginaros lo que llueve en Villena, pasó a convertirse en todo un Calvario, de hecho así se llamaba la primera cuestecica a la que tuvimos que enfrentarnos y que nos acogió con un terrible aguacero en que pisar barro, cruzar riachuelos y saltar entre raices de pinos, era la orden del día. Posteriormente nos econtramos con frío, viento, granizo y niebla. La subida a "bola del mundo" fue lo más parecido a lo que sintió Admunsen el día que conquistó el Polo. La cabeza parecía estallar, las manos no respondian a mis intentos de abrir y cerrarlas y los músculos del cuello parecían dos mojamas, el dolor de cabeza era muy intenso y por momentos piensas "que leche hago yo aquí", pero es justo hay cuando dices, estoy aquí con un par y voy a acabar esta carrera. La lluvia ahora se congelaba y se proyectaba contra mis piernas y mi cara al igual que en el colegio nos lanzábamos granitos de arroz con el cuerpo de un bolígrago bic, yo recibía los gélidos impactos con estoicidad, y mirando hacía delante, aunque la niebla no daba pistas de cuanto quedaba para el final de esta cuesta en la que sólo tenía la compañía de los postes de los telesillas que suben a las pista de sky de Navacerrada.
La sensación térmica en este punto según los expertos era de bajo cero, pues el viento era de 80 kms/hora. Tuve suerte al lograr agarrar mi dorsal después de que una ráfaga de aire me lo dejara colgando de tan sólo un imperdible, yo alucinaba, me dije es increible, y por momentos incluso me reía de aquellas condiciones atmosféricas, que mas bien parecían de una pelí de Steven Spielberg. Me sorprendió muchísimo, la capacidad de sufrimiento de los corredores en general y sobre todo un 10 para los organizadores, sobre todo en los tramos mas duros, ya que tuvieron que soportar este infierno durante horas sin cesar de animar, la verdad es que me saltan la lágrimas al ver como hay gente que desinteresadamente aman tanto a la montaña y a los que amamos las montañas.
De mi llegada a meta que decir, como siempre, el arco de meta es eso, la meta, el fin de un esfuerzo, que se ve recompensado sólo con llegar en unos tiempos aceptables para la edad y las sesiones de entreno que realizo. Muy emocionante. Que recortaran 12 kms. de la carrera de los 44 me pareció muy bien, la integridad física de los corredores es lo primero. Por tanto como no completamos la carrera entera tendremos que volver al 2008. Aunque ya seremos unos "supervivientes".
A la mañana siguiente, entre risas, nos decíamos que bien vamos a correr con lluvia, eso nos hará mas llevadera la carrera, lo que no sabíamos es que no iba a cesar de llover hasta el mismo final. Lo que al principio era novedad, imaginaros lo que llueve en Villena, pasó a convertirse en todo un Calvario, de hecho así se llamaba la primera cuestecica a la que tuvimos que enfrentarnos y que nos acogió con un terrible aguacero en que pisar barro, cruzar riachuelos y saltar entre raices de pinos, era la orden del día. Posteriormente nos econtramos con frío, viento, granizo y niebla. La subida a "bola del mundo" fue lo más parecido a lo que sintió Admunsen el día que conquistó el Polo. La cabeza parecía estallar, las manos no respondian a mis intentos de abrir y cerrarlas y los músculos del cuello parecían dos mojamas, el dolor de cabeza era muy intenso y por momentos piensas "que leche hago yo aquí", pero es justo hay cuando dices, estoy aquí con un par y voy a acabar esta carrera. La lluvia ahora se congelaba y se proyectaba contra mis piernas y mi cara al igual que en el colegio nos lanzábamos granitos de arroz con el cuerpo de un bolígrago bic, yo recibía los gélidos impactos con estoicidad, y mirando hacía delante, aunque la niebla no daba pistas de cuanto quedaba para el final de esta cuesta en la que sólo tenía la compañía de los postes de los telesillas que suben a las pista de sky de Navacerrada.
La sensación térmica en este punto según los expertos era de bajo cero, pues el viento era de 80 kms/hora. Tuve suerte al lograr agarrar mi dorsal después de que una ráfaga de aire me lo dejara colgando de tan sólo un imperdible, yo alucinaba, me dije es increible, y por momentos incluso me reía de aquellas condiciones atmosféricas, que mas bien parecían de una pelí de Steven Spielberg. Me sorprendió muchísimo, la capacidad de sufrimiento de los corredores en general y sobre todo un 10 para los organizadores, sobre todo en los tramos mas duros, ya que tuvieron que soportar este infierno durante horas sin cesar de animar, la verdad es que me saltan la lágrimas al ver como hay gente que desinteresadamente aman tanto a la montaña y a los que amamos las montañas.
De mi llegada a meta que decir, como siempre, el arco de meta es eso, la meta, el fin de un esfuerzo, que se ve recompensado sólo con llegar en unos tiempos aceptables para la edad y las sesiones de entreno que realizo. Muy emocionante. Que recortaran 12 kms. de la carrera de los 44 me pareció muy bien, la integridad física de los corredores es lo primero. Por tanto como no completamos la carrera entera tendremos que volver al 2008. Aunque ya seremos unos "supervivientes".
2 comentarios:
Hola Miguelín, soy Juan, me acabo de quedar impactado tras tu relato. Veo que sigues en tu línea de mejora contínua en el arte de torear montañas. Aparte de la capacidad de superación y sufrimiento que veo que va en aumento, observo que, de seguir así te vas a convertir en todo un literato pues, aunque tu narrativa aun presenta algunas aristas a pulir, veo que lo haces tambien realmente bien.
Sólo decirte una cosa: Ánimos para la próxima y dale recuerdos míos a Malpica.
P.D. Como sigas así maricón cuando te mueras tu ataud va a oler a romero y prevella. (je, je....)
QUE EMOCION Y ADEMAS DURA DE COJONES, POR LO QUE HE VISTO HABEIS TENIDO QUE SUFRIR, ME ALEGRO MUCHO DE QUE POR LO MENOS TERMINARAIS BIEN, TANTO TU COMO MALPICA, OTRO QUE ESTA QUE SE SALE.......
SALUDOS
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