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jueves, 11 de abril de 2013

I MARATON DESAFIO LURBEL RIOPAR...barro somos!!!

Apenas pasadas dos semanas tras la Perimetral de Benissa, ya tenía aquí el próximo reto sin apenas mejoría de mi fascitis plantar. Justo al entrar en meta en Benissa tomé la decisión de no correr a partir de mis compromisos hasta Junio por lo que ahora tocacaba, la maratón del desafío Lurbel, no era mas que una carrera menos para mi recuperación. Y así con esta antítesis moral y física afronte este reto solo mitigado por el gran sabor de boca que iba a tener al correr por un puro vergel y encima nuevo para mí porque en mis 47 años de vida nunca había estado en Riopar, si había estado en Yesté, Ayna, y en el Embalse de la Fuensanta, pero nunca por aquí, en el nacimiento del Rio Mundo, a donde os ruego efusivamente que vayais a visitar.

 Impresionantes los chorros de Rio Mundo con el deshielo y las últimas lluvias.

 Todo empieza el viernes tarde, recojo a mi compañero de Villena Juan Mari, andador de pro con muchos kms en sus piernas y que hace poco empezo a correr y no veas de que manera. Pasaremos de camino por Yecla donde José Luis Carpena, otro corredor que hace poco vino a correr por mi Peña Rubia compondríamos el grupeto de tres para el viaja y para al día siguiente acometer la distancia Maratón. Llegamos Riopar sin problemas, antes de llegar ya me sorprende ver como sale el agua a borbotones por los ribazos, por las grietas de las rocas y que las canales que bordean la carretera rebosan agua por doquier, lo que ya nos ubicaba un poco en el escenario que nos ibamos a encontrar aunque la previsión del tiempo había mejorado como realmente ocurrío. Bajamos del coche, vamos a por el dorsal y tenemos que abrigarnos bien a pesar de ser solo las 7 de la tarde, apenas 4 o 5ºC, nos acogen en este pequeño pueblo castellano-manchego. Saludos a muchos conocidos, foticos, y como no ya cae la primera cerveza en uno de los bares del pueblo cerca de meta, pero son las 20:30 y todavía no sabíamos la odisea que nos íbamos a encontrar para llegar a nuesrtro lugar de descanso precarrera, porque Paterna del Madera, estaba, literalmente, donde Cristo perdió el gorro.

De izquierda a derecha, Juan Mari, José Carlos, Vicente Juan, yo, Juan Carlos y su hijo.

Ya casi de noche emprendimos la marcha hacía el pueblito en cuestión donde pasaríamos la noche en el Hostal Almenara, son 35 kms. de curvas, entre arroyos, rocas, y pinadas en las que las charcas y el musgo adherido al tronco de los árboles te pone en alerta de la humedad que reina de costumbre por estos lares, no tenemos cobertura, se hace noche y entramos literalmente en una peli de miedo para encontrar algún cartelito de ruta que indique lo que queda para el pueblo, antes de que un ovni nos abduciera. Ni rastro, empezamos a mosquearnos, hacemos varias incursiones por caminos adyacentes que no llevan a ningún lado, pongo el GPS, este si que va, pero nos lleva al Rio Madera, que no a Paterna del Madera, y tras 50 minutos de travesia llegamos a un caserio donde unas buenas personas nos indican que menos mal que era sábado porque allí normalmente no se acercan ni las aguilas, y no me extraña. Bien, ahora ya nos indican el cruze y llegamos perfectos, buff, a costado, pero encontramos el hostal donde Teresa, la dueña junto a su marido nos prepara la estufa, un buen plato combinado y una mesa frente a una pantalla gigante para ver el Barça-Mallorca, así que nuestro enfado se convirtio en la misma sensación que tuvieron Hansel y Gretel al encontrar la casita de golosinas y chocolate en medio del bosque. Tras una suculenta cena nos acostamos para pronto levantarnos y ponernos la ropa de batalla.

Al final de la odisea hasta Paterna del Madera, todo bien entre amigos.
Detalle del pedazo de plato combinado que nos preparo Teresa.

Suena el despertador, habíamos quedado con el dueño en que nos haría un desayuno bueno a las 6 de la manaña, pero el tío se ha quedado dormido, nosotros venga a tocar a la puerta y al claxón del coche pero nada, nos toca irnos en "ayunas" para Riopar y eso que ya lo teníamos pagado. Nos vamos pitaos no queremos tener el problema de anoche y perdernos en el bosque de la Bruja Averías. Menos mal que yo llevaba un Gatosport de Overstim, que nos fuimos comiendo por el camino y donde comentábamos que con todo lo que nos había pasado ya la carrera parecía que estaba en un segundo plano. Por cierto el pastel energético estaba delicioso y ademas fácil de preparar. Amanece, ultima curva, llegamos muy cerca de la zona de salida, aparcamos junto a un canal por donde baja con fuerza el agua de la montaña. Como ya vamos vestidos nos acercamos a tomarnos el cortadico de rigor y la última visita a Roca, es la hora de ir al corralito de salida y empezar a saludar otra vez a muchísimos amigos con los que compartiriamos esta aventura, finalmente seríamos 311 los que tomamos la salida a las 8 de la mañana.

Tiempo fresco y calor humano antes de la salida.

Hace buen día pero bien fresco, apenas 1ºC, y salimos en tropel como siempre dispuestos a digerir este peazo de trayecto que nos tenían preparado. Sabíamos que a las primeras de cambio íbamos a mojarnos las zapas al cruzar el riachuelo de salida del pueblo como así fué, apenas 2,5 kms. y ya empapado. Al menos en mi caso, el vendaje de la fascitis, la venda antiesguince, el calcetín y la zapa y ale así al menos 42 kms. mas (la carrera finalmente tenía 1.500 mts mas de distancia y algo menos de 200 mts+ restados del trazado original debido al peligro de desprendimiento de rocas en el cortafuegos final).

 Detalle de los dos tramos que por guión del maratón deberíamos repetir.

Entre charcos, y barro llego a la primera subida, venimos avisados que esta la subiremos al bajar de los chorros de nuevo, es larga, empinada y dura, pero bonita y entretenida, me la tomo en serio y aprieto, hay que subir a la cota 1400, donde nos desviarán a la derecha para proseguir, a mitad de subida intento respirar hondo y no puedo, vaya por Dios, ahora que pasa, ya lo se, el sábado pasado me pegue una piña con la bici de montaña y me inque en el pecho mi propio puño al caer, me duele un huevo, así que me toca ir masajeando la zona e ir respirando al mismo tiempo porque a esa hora y por la umbría los músculos del pecho están ateridos y apenas quieren expandirse. Esto me preocupa un poco, primero por si puede ser que tenga alguna fisura en las costillas, y segundo porque me queda todavía mucha faena por delante. No toca otra que decirle al dolor que se ponga en la cola y yo arrear, cima al collado y para adelante. Ahora viene una bajada impresionante por zona de bajomonte que nos deriva justo a la base del río Mundo por donde tendremos que cruzar si o si sin contemplaciones. Así que al mas puro estilo Apocalypto, me toca cruzar el río a toda pastilla con un sinfin de aztecas dispuestos a darme caza pero en lugar de llevar penachos guerreros y lanzas con punta de sílex, llevaban gorras, buff, mochilas y palos de trecking.

Al mas puro estilo Apocalypto, todos persiguiéndome,...¿pero yo que les he hecho?

 Bonitas imágenes de las zonas de paso por los chorros del nacimiento de Rio Mundo.

En este punto me uno a Juan Marí, mi compañero de viaje, seguimos juntos hasta la base de la catarata de los chorros de Rio Mundo, es bestial, la mirada con asombro levantando el cuello hacía arriba no hace mas que descubrir los insignificantes que somos ante la majestuosidad del espectáculo que tenemos delante. Una pared cortada, donde el agua brotaba sin contemplaciones, y donde no te quedaba otra que saborerar el momento y respirar hondo para que aquella magía penetrara en tu cuerpo. Pero estamos en carrera y no hay que olvidar el guión, seguimos corriendo, llevamos ya hora y media y vamos bien, pero queda un mundo, nunca mejor dicho y en la siguiente bajada, con un buen tramo de pista forestal pero preciosa, Juan Mari se va hacía adelante y yo me quedo disfrutando del paisaje, voy solo como a mi me gusta, nadie delante y nadie detrás, el sol atraviesa la copa de los árboles y rebota en la senda plagada de agujas de pino marrones y húmedas, no puedo remediarlo, me pongo a cantar, a silvar y a disfrutar y a dar gracias de a pesar de estar lesionado estar pisando este escenario. La senda sigue de bajada hacía el primer avituallamiento, el primero en el que ni paré, pues estaba a apenas 2,5 kms. de la salida, pero ahora si que paro, me sorprende que no hay ya isotónica, y ya no hubo en ningúno de los avituallamientos siguientes, punto a mejorar por la organización porque no solo de agua vive el hombre. Sigo adelante y vuelvo a coincidir con los primeros kms. misma bajada, mismo rio que cruzar, mismos charcos y misma cuesta que subir, la que repetíamos y para mi otro fallo pues con los montes que hay por aquí hacernos subir dos veces los mismo como que no, sus razones tendrían.

Imagen nuevamente de la bajada anterior pero dos horas y pico mas tarde.

Igualmente 2º paso por el punte de hormigón que atraviesa el río.


Como ya sabía que me tocaba subir otra vez lo anterior, me lo tomo con calma. Al poco me adelanta Agustí Roc, y el segundo y el tecero y así ya un no parar de corredores que había salido a las 10:00 pero a correr la medía maratón, por lo que entre masajear mi pecho para respirar mejor, apartarme para dar paso a los primeros de la media maratón, coincidir en ruta de subida ahora con otros villeneros del club Trail Albacete, y alguna que otra foto, cuando me quiero dar cuenta estoy de nuevo en el collado...

 Curiosodos villeneros y un Biarense en clubs foráneos a nuestros pueblos.

... pero ahora en lugar de a la derecha, por donde si van los de la media maratón, a nosotros nos desvían a la izquierda, camino del km. 21,5 donde tendríamos un nuevo avituallamiento antes de subir al pico Argel. Hasta este punto una pequeña "meseta" de pedruscos, nos facilitará cobrar resuello a todos. Desde aquí hasta la cima del pico, nos iremos cruzando con corredores del maratón que ya han subido y bajan como condenados, aquí el paisaje cambia, apenas hay árboles, pero si un buen montón de pradera llena de charcos y barro camuflado y sin camuflar que pretendía quedarse con mis zapas al menos descuido, pero no me he equivocado y mis Salomon Speed Cross 3, se portan de maravilla y escupen barro que es un primor, eso si, el color lo habían perdido hacía tiempo. Poco a poco llego a la cima, allí coincido con Elias Manchón y sus paisanos, pues nada, no hay prisas, foticos de rigor y vistas de una Sagra en la lejanía imponente, preciosa y nevada a mas no poder.

 Con Elías Manchón (a mi izda), y sus paisanos en la cumbre del pico Argel.

 Ahora bajada hasta completar el bucle donde me cruzo con corredores que les tocaba lo que a mí, km. 28,5 prado de vacas, y una alfombra de barro mezclado con arenas movedizas donde si pisabas en un sitio "nuevo" mal y si pisabas en la huella de otro corredor peor. Ahora comenzaba, tras unos ligeros escollos una bajada, larga y tendida, por senda técnica, y preciosa, que me encantó, para mi lo mejor de la carrera, roca, barro rojizo, belloteros, carrascas, pinos, y manzanilla que hacía de aquella ruta la ruta de la seda de Marco Polo, para colmo subían muchos senderistas que te animaban y buena falta que hacía porque ya llevábamos 5 horas de faena y eso de que te animen se agradece. Tengo que parar a mitad de bajada a quitarme una zapa y colocar bien las plantillas, pues al ir tanto tiempo mojadas y frenando en bajada, van cogiendo un pliegue que me roza y no quiero tener ampollas el resto de carrera. 

Bajamos, a un plano repleto de coches y autobuses, lugar de partida de visitas y rutas senderistas, algunos ya han desplegado las mesas y sillas de camping y se disponen a comer, de buena gana les hubiese pedido una Mahou clásica bien fresquita, y apunto estuve, pero soy un profesional oiga y tengo que seguir, ahora voy patrocinado y no puedo hacer mala publi, je, je. Viene pista forestal, ancha, que sube al pico Padroncillo y donde nos encontraremos al final de pista el penúltimo avituallamiento antes de meta y antes de subir el temido cortafuegos. Como, no, no hay isotónica, un perrito me lame las piernas, mientras sorbo un buen vaso de agua, se creera que soy Lázaro con tanto taping que llevo puesto y no le culpo, pero tengo prisa, y me voy zumbando para el cortafuegos.

 Vista desde arriba del cortafuegos que llegaba hasta el pico Padroncillo.

Me he tomado hace rato un Red Tonic de Overstim's y voy como una moto, tengo fuerzas y ganas, y me dispongo a empezar a subir las primeras lomas de acceso al cortafuegos en sí, Jorge Lozano me ve y me anima, él ya baja hemos ha sufrido de fascitis pero ya lo ha pasado, un abrazo nos despide y a la faena. Llego al cruce de los que suben con los que bajan y no me doy cuenta y empiezo a subir por donde mismo bajan, hasta que me avisan que me desvíe campo a través y recupere la senda buena de subida, vaya, vaya, de postre me toca ladera arriba esquivar troncos caidos, maleza y piñas gigantes pero ya estoy en el trazado bueno. Subo el cortafuegos bastante entero, han hecho bien en recortar los ultimos metros puesto que los corredores que van delante desprenden alguna roca y los que estamos mas abajo somo literalmente bolos humanos en una partida que nadie queremos. Llego justo hasta la chica que lleva el ordenador de control de chip, le digo que en ese momento es la chica mas deseada, se rie y entiende el juego de palabras, ahora para abajo, está muy empinado y hay que extremar la precaución. Me cruzo con Javi Bernabeu, mi amigo de Biar, le pego un abrazo para animarlo y sigo con lo mío, se vuelve a llegar al avituallamiento de antes de subir que ahora nos vale como último hasta la meta, pero ya ni paro, voy como una moto, el perrico me mira y se relame, lo siento chucho otro día lameras mis tapes.

 Prados previos a la ultima bajada hasta Ríopar, también repletos de agua.

Desembaino otro gel otro Red Tonic, para que en los casi 5 kms. restantes, vaya a la meta casi volando, bajada rápida, entre pinos que nos llevará a una verde pradera donde se ubica el Albergue Juvenil, pero ojito, que por muy verde que esté, hay barro y charcos para una vez mas no dejar que se nos sequen las zapas. Desvío a izquierdas, el sol ya pega bien incluso tengo algo de calor, pero no me quito ya los guantes ni los manguitos para lo poco que queda. Viene bosque de pino alto con una bonita senda y corredora, en un pequeño repecho me encuentro a Víctor Cerdá y a un grupete de la media maratón con el atleta paralímpico que compite con su prótesis adaptada para las carreras x montaña. Al adelantarlo le doy la enhorabuena por tener los coj... tan grandes para correr por barro y rocas con ese artílugio, y me dice "No el mérito es tuyo por correr la maratón", buena gente y buen atleta, enhorabuena por esa predisposición a sufrir antes de salir, en parte me recordaba a mí, que acudo lesionado a las carreras sabiendo lo que me espera antes y después. 

Imagen del runner paralimpico que participaba en la media maratón.

Termina el bosquecillo, salimos a pista forestal y ya se ve el pueblo a tiro de piedra, km. 42,5, todavía quedarían 1,5 kms. hasta meta, primero por pista y luego atravesando calles de Riopar, que ahora me parecía mas grande debido al cansancio acumulado, para finalmente subir las escaleras de la plaza del ayuntamiento, entre aplausos y gritos de animo del spiker Jaime, vaya crack y asi, en 6h,32 min., finalizar una vez mas otra maratón de montaña mas que bonita y que colocaré en sitio preferente en mi memoría.

Ultima subida, escaleras hacia una mas que merecida meta.

Tras cruzar el arco de meta mi gozo en un pozo, llevo mas de dos horas pensando en la cerveza que me iba a tomar, y se han acabado los barriles, Diosss!!!, con la isotonica tiene pase, pero con la cerveza eso no se hace hombre!!!. Allí estaba Juan Mari, había llegado 10 minutos antes, y Jose Carlos, el yeclano mas de una hora, menuda máquina. Encima a la ducha fría, donde todos gritábamos como si el mísmísmo Yeti estuviese en ella con nosotros, de lo helada que estaba. En fin no hay mal que por bien no venga, ya que aquella ducha me sirvió para recuperar muscularmente las piernas mas pronto. Y tras unas cervezas bien merecidas con unos pinchos de tortilla y unas albondigas caseras emprendimos de nuevo viaje de vuelta a nuestra casa tras un fin de semana de batallitas interminables y con el Desafío Lurbel a la saca.

Antes de la ducha con Eloy, Pedro y mi paisano Juan Mari.

 Al final una ducha, una lavadora entiraca para mi solo y las zapas todavía en la UVI.



8 comentarios:

Unknown dijo...

Vaya carrerón! Las imágenes son espectacularesy el relato nos pone en situación.
Enhorabuena!

sendas y montañas dijo...

Vaya odisea, desde la habitación reservada hasta la falta de birra en la meta, incluidos dolores y molestias. Pero valió la pena, Finisher en un entorno maravilloso. Como siempre la crónica muy buena y con muchisimos detalles. Lástima que no nos vimos, a la próxima entonces. Un abrazo

Javier dijo...

Un placer saludarte por allí, aunque fuera sobre la marcha. Nosotros metimos también las zapatillas a la lavadora, ya veremos cómo han salido...

Cervellera dijo...

Enhorabuena por esta gran crónica, me ha hecho revivir buenos momentos. Yo soy el que está a tu derecha en la foto del Pico Argel, y he llegado a tu blog por casualidad buscando en google. Si quires ver mi crónica está aquí http://cervellera.blogspot.com.es/2013/04/desafio-lurbel-el-calar-del-rio-mundo.html
Nos vemos en la montaña.

CHIMO dijo...

Estupenda crónica, cómo siempre. Es todo un placer leerla y ver las fotos e imaginarse corriendo por esos bonitos lugares. Enhorabuena por la carrera, y espero que te recuperes pronto. Ánimo!!

ALBERTO dijo...

Miguel!
Ha debido de ser preciosa, me he quedado con las ganas, cuando fui a hacer la inscripción, ya estaba cerrada.
Un saludo y a cuidarse, que nos quedan muchos Kms x Hacer.

Anónimo dijo...


El tío que se quedó durmiendo aún después de tanto cláxon os debe un desayuno :)

Un saludo y un abrazo

Teresa
HR Almenara
Paterna del Madera

miguelflor dijo...

Ja, ja, ja, Teresa tu comentario te honra, como podrás comprender ya se nos ha pasado el enfado pero estaremos gustosos de recordarte esa deuda en forma de desayuno que como esté igual de bueno que la cena habrá valido la pena volver a veros. Gracias!!!