Bueno pues así como el que no quiere la cosa, y a pesar de que me repetí durante mis pájaras en Carros de Foc, que ya no hacía ni una carrera de montaña, pues ale, se me ocurre, apenas un mes después, apuntarme a esta entrañable carrera por tierras murcianas. Se disputó el pasado 6 de octubre, es una carrera diferente ya que el mismo día sale marcha a pié, mountain bike y carrera, llegándose a alcanzar los 600 participantes, en un pequeño pueblo al lado de Caravaca de la Cruz que es rey por un día, ya que llega a duplicar su población gracias a este evento. Un 10 para la organización, incluida la paella gigante en la carpa, a pesar de ser la 2ª edición, han dejado muestras de un buen saber hacer y en el que todo el pueblo se implica en el perfecto desarrollo de esta prueba que llego a congregar a atletas de 8 paises diferentes.
Yo iba ni mas chulico, ¡¡ya me he recuperado de los Carros!!, seguro que hago buen papel. Craso error, pues apreté al principio de la carrera, y en que me las ví para llegar a meta con un poco de dignidad. La salida fue a las 11:00 y os puedo asegurar que hacía un sol de justicia. Para postre el perfil de la carrera era totalmente antagónico a mi ritmo de carrera, pues quitado un par de subidicas todo era un contínuo sube y baja con largas rectas de kms. y kms., en los que disfrutaron los mas acostumbrados a rodar en llano, pero que yo odio a muerte. El sol quería convertirse en el protagonista y así fué, alrededor de mediodía cuando llegaba a meta la sensación era de estar en la playa con el cuello escocio y un moreno de principio de temporada. De todas formas llegué y cubrí el expediente, aunque demasiado cansino. En la ducha, alguién que llevaba, un Garmin, comento que habían sido 23 kms.
A partir de ciertos tramos, la carrera, era complicada pues se coincidía en los caminos con gente que iba andando, bicicletas de BTT que te pasaban rozando la orejica y que en algunos puntos debías de apartarte para que no te atropellaran literalmente, así que con este mezclijo de corredores, marchadores y bicicletas, tragando polvo, sudor y hierro, llegue a La Al Mudema y le hice otra muesca a mis Salomon. Después de una reconfortante ducha, en la que había que hacer mas cola que en Port Aventura un 15 de agosto, di buena cuenta de la paella y la cervecica con que nos recompensó la organización en una estupenda carpa, junto a mi amigo Luis, que participó en BTT y excompañero de trabajo en Yecla, su mujer Delma y su hermana gemela, María José, que hicieron de improvisadas reporteras y nos animarón a repetir el año que viene... yo me lo pensare... demasiado llana para mi,... un diesel, diesel.
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