....como podría decir cualquier sevillana que se precie, tiene Crevillente un "calor" especial, por algo medio marruecos vive allí y no por casualidad nuestros ancestros árabes se establecieron allí para cultivar la tierra o tejer alfombras, pues se sentían como en casa. A Crevillente le da lo mismo que sea febrero, que abril o mayo, allí siempre hace calor...
Me acompañaba mi compañero de fatigas Juanjo, cuando nada mas aterrizar en el parking cercano a la recogida de dorsal, me saluda mi querido, Francisco de Elche y me hace entrega "oficial" de un bonito detalle que tuvo conmigo la organización de la pasada Trotada Cervecera por contribuir desinteresadamente al diseño de la camiseta, era una foto pegada a foam que quedo perfecta!!!
Ambientazo previo a la salida, saludos, como siempre, por doquier, se nota que esto de las carreras de montaña va enganchando ya que casi 500 corredores estábamos impregnando las cercanías del polideportivo de réflex, isotónica, calentamientos, ilusiones y saludos. Recuerdo cuando hace ya 8 años apenas nos citábamos 200 corredores en este tipo de pruebas. Por una parte me alegro, pero por otra tiene sus problemas, ya que senda solo hay una señores.
Llegaba a la carrera, con bastantes dudas, porque los talones los traía tocaditos del GR10-Xtrem y apenas había podido rodar en montaña, a parte mi isquiotibial izquierdo seguía dando que hacer y para colmo el perfil de la carrera de hoy, y como siempre en Crevillente, era solo para machotes.
Traca de salida y entre pólvora quemada, la de mi comienzo y la de la traca que inundo todo el campo del fútbol, tragamos del primero al último humo bocanadas dignas de cualquier desembarco de ataque pirata. Nada mas salir, la primera cuesta hasta la ermita cercana ya nos indicaba que era un día de faena. Ya mas de 200 corredores me precedían a un ritmo infernal, la temperatura era agradable, de momento, la morcilla multicolor cada vez se iba estirando mas mientras surcábamos cual agua desbocada el cauce semiseco de un rambla que a la postré sería el trayecto de vuelta. Terreno siempre muy técnico que obligaba a no levantar la cabeza del suelo si no te querías quedar fuera de la fiesta, seguimos así y tras dos subibajas llegamos a encarar la dura subida a la muela matamoros, y mientras subía fui entendiendo el porque de muchos nombres dados a los montes y cual don Quijote, mientras miraba hacia arriba, imaginaba gigantes engullendo corredores, por un estrecho muro por el cual debíamos pasar, ayudados por un cable de acero, si o si, en fila de a uno, por mas que cuatro listos no entendieran tal sistema. ¡Que pena que todavía haya corredores poco solidarios que adelantan sin miramientos cuando todos estamos parados esperando nuestro turno!
Salvado este escollo, viene bajada, dura de pelar, técnica, peligrosa e interminable que te deriva al avituallamiento mas dicharachero de toda la carrera, repleto de público y fotógrafos, cosa que se agradece cuando corres por escenarios mas típicos de una peli del Oeste o de la guerra de las galaxia. Pero no hay tregua, la dura segunda subida nos recibe con los precipicios abiertos, voy andando, la bajada anterior ha machacado mis cuadriceps y me veo obligado a subir prácticamente toda la cuesta resoplando, pero bueno todo acaba... y empieza de nuevo una muy dura bajada, muy técnica y con piedra y tierra suelta, mas digna del concurso "mira quien baila" que de una carrera de montaña, deslizamientos, patinaje, derrapes y maldiciones para terminar de aliñar una larga bajada que terminaría de exprimir los ya mustios cuadriceps y que luego en zona de meta era la estrella de la conversación. Al final de la misma solo faltaba un jurado con los cartelitos de las votaciones...
Mi amigo José de Calpe, me saluda, lo adelanté bajando pero ahora en zona de llaneo, el me pasa como una exhalación, a partir de este momento y cuando todavía quedaban casi 6 kms, para meta me ocurrio algo que nunca me había pasado, en competición, de repente y casi casi como se detuvo Forrest Gamp de correr en su famosa peli...
pare el taxímetro y me deje llevar, estaba raro, no me apetecia correr y simplemente era una pierna mia tras otra las que se empeñaban en llevarme hasta meta, pero ahora con otro ritmo y otra ilusion, me desmoralizaba mucho ver mi crono y esto pesaba como una losa, sabía que era mal tiempo y venían a mi mente mis dos anteriores carreras aquí en Crevillente, donde me había pasado lo mismo,...¿Criptonita metida entre estos arenales?...no se, el caso es que Crevillente tiene un "calor especial"....
Al final, pues eso finisher, como no?, pero con mal sabor de boca, que se encargo de maquillar una doble de cerveza con un bocata de tomate y longaniza...
Me acompañaba mi compañero de fatigas Juanjo, cuando nada mas aterrizar en el parking cercano a la recogida de dorsal, me saluda mi querido, Francisco de Elche y me hace entrega "oficial" de un bonito detalle que tuvo conmigo la organización de la pasada Trotada Cervecera por contribuir desinteresadamente al diseño de la camiseta, era una foto pegada a foam que quedo perfecta!!!
Ambientazo previo a la salida, saludos, como siempre, por doquier, se nota que esto de las carreras de montaña va enganchando ya que casi 500 corredores estábamos impregnando las cercanías del polideportivo de réflex, isotónica, calentamientos, ilusiones y saludos. Recuerdo cuando hace ya 8 años apenas nos citábamos 200 corredores en este tipo de pruebas. Por una parte me alegro, pero por otra tiene sus problemas, ya que senda solo hay una señores.
Llegaba a la carrera, con bastantes dudas, porque los talones los traía tocaditos del GR10-Xtrem y apenas había podido rodar en montaña, a parte mi isquiotibial izquierdo seguía dando que hacer y para colmo el perfil de la carrera de hoy, y como siempre en Crevillente, era solo para machotes.
Traca de salida y entre pólvora quemada, la de mi comienzo y la de la traca que inundo todo el campo del fútbol, tragamos del primero al último humo bocanadas dignas de cualquier desembarco de ataque pirata. Nada mas salir, la primera cuesta hasta la ermita cercana ya nos indicaba que era un día de faena. Ya mas de 200 corredores me precedían a un ritmo infernal, la temperatura era agradable, de momento, la morcilla multicolor cada vez se iba estirando mas mientras surcábamos cual agua desbocada el cauce semiseco de un rambla que a la postré sería el trayecto de vuelta. Terreno siempre muy técnico que obligaba a no levantar la cabeza del suelo si no te querías quedar fuera de la fiesta, seguimos así y tras dos subibajas llegamos a encarar la dura subida a la muela matamoros, y mientras subía fui entendiendo el porque de muchos nombres dados a los montes y cual don Quijote, mientras miraba hacia arriba, imaginaba gigantes engullendo corredores, por un estrecho muro por el cual debíamos pasar, ayudados por un cable de acero, si o si, en fila de a uno, por mas que cuatro listos no entendieran tal sistema. ¡Que pena que todavía haya corredores poco solidarios que adelantan sin miramientos cuando todos estamos parados esperando nuestro turno!
Salvado este escollo, viene bajada, dura de pelar, técnica, peligrosa e interminable que te deriva al avituallamiento mas dicharachero de toda la carrera, repleto de público y fotógrafos, cosa que se agradece cuando corres por escenarios mas típicos de una peli del Oeste o de la guerra de las galaxia. Pero no hay tregua, la dura segunda subida nos recibe con los precipicios abiertos, voy andando, la bajada anterior ha machacado mis cuadriceps y me veo obligado a subir prácticamente toda la cuesta resoplando, pero bueno todo acaba... y empieza de nuevo una muy dura bajada, muy técnica y con piedra y tierra suelta, mas digna del concurso "mira quien baila" que de una carrera de montaña, deslizamientos, patinaje, derrapes y maldiciones para terminar de aliñar una larga bajada que terminaría de exprimir los ya mustios cuadriceps y que luego en zona de meta era la estrella de la conversación. Al final de la misma solo faltaba un jurado con los cartelitos de las votaciones...
Mi amigo José de Calpe, me saluda, lo adelanté bajando pero ahora en zona de llaneo, el me pasa como una exhalación, a partir de este momento y cuando todavía quedaban casi 6 kms, para meta me ocurrio algo que nunca me había pasado, en competición, de repente y casi casi como se detuvo Forrest Gamp de correr en su famosa peli...
pare el taxímetro y me deje llevar, estaba raro, no me apetecia correr y simplemente era una pierna mia tras otra las que se empeñaban en llevarme hasta meta, pero ahora con otro ritmo y otra ilusion, me desmoralizaba mucho ver mi crono y esto pesaba como una losa, sabía que era mal tiempo y venían a mi mente mis dos anteriores carreras aquí en Crevillente, donde me había pasado lo mismo,...¿Criptonita metida entre estos arenales?...no se, el caso es que Crevillente tiene un "calor especial"....
Al final, pues eso finisher, como no?, pero con mal sabor de boca, que se encargo de maquillar una doble de cerveza con un bocata de tomate y longaniza...
13 comentarios:
Tampoco seas así ..., solo con presentarte a esta carrera ya has hecho mucho, y más teniendo en cuenta el machaque que llevas últimamente ...
Miguel, tienes un espíritu deportivo envidiable. Sigue así. Enhorabuena por tu entrada. El próximo año no falto a Crevillente.
mikel simpre estas llorando
anda deja la cronica pa mñana y terminale el ctalogo a mi padre
que nos tiene que alimentar
jajaja animo crack
pd:eso te sirve de psicologo parala de asfalto que quieres hacer jajaja
Buenas tardes
No sabía de esta carrera... Menudo montañero de pacotilla que estoy hecho jejeje
El cuadro de la carrera lo has pintado muy bien y venías con todo el cansancio de la GR10; disfrutaste de la montaña y de la compañía, ah y de la birra jejeje Hay días más para competir y otros más para disfrutar ¿no?
Saludos
Miguel, buenisima crónica, se puede decir más alto, pero no más claro.
Y lo dicho... no tienes piernas, tienes ruedas.
Menuda fotillo sabes...estas carreras de la liga siempre me han dado bastante miedo.
Enhorabuena, finisher, que con la caña que llevas en el cuerpo es normal que de vez en cuando uno pare en seco. y bueno, no pasa nada.
Lo que si sería bueno es que te recuperaras de los isquios.
saludos!!
La gente que como tu está hecha de una pasta especial creo que no le afecta la kriptonita, mal día y avant, sigue así campeón. Yo también tengo mal sabor de boca con la Marxa a Borriol, pero el próximo día 27 me tomaré la revancha, de los dos últimos años.
DANI
A todos nos dan repentinos bajones. No te preocupes. Creo que es una manifestación más de la sabiduría de nuestro ser. Algo así como una reacción tipo "mecanismo de defensa".
Acaba el catálogo, cambia un pelín la rutina (a mí el pasado año me vino bien dedicarme a nadar unas cuantas horas; no nadé mucho, la verdad, pero pienso retomarlo tras la maratón de Valencia) y muy pronto estarás no sólo recuperado sino con más ganas.
Un abrazo, TRIPLE.
En mi caso no me van nada los "objetivos" en la cruda definición de la palabra. Para mi el objetivo primero es correr, acabar y si se puede pasarlo bien.
El tiempo a realizar la prueba (o hacer cima, en el caso del montañismo) es secundario. Pero TOTALMENTE secundario.
Por eso si yo acabo una carrera y termino bien (sin demasiado dolores, lesiones, pasandolo bien, etc...) lo que quería está cumplido. Si además hago el tiempo que más o menos pensaba (o hacemos cima), pues mejor que mejor pero esto último no es el objetivo primordial.
Pienso que si se funciona (exclusivamente) por objetivos, cuando los resultados no van acordes con estos se puede caer en la desgana y el desánimo más fácilmente. Así lo he visto yo en más personas...
Creo que en tu caso, este año o esta temporada, solo con ver las carreras que has corrido y acabado ya tendrías que SALIRTE, en vez de desanimarte: Maratón SuresteTrail, GR-10 Xtrem, Crevillente, etc, etc, etc...
Y cuidado con hacer muchas carreras en poco tiempo que eso también quema, eh.... para mi lo mejor: mínimo 1 al mes, máximo 2.
Ruben, tienes razón pero ya sabes que desde que sali vestido de "300" en la San Silvestre, soy otro...ja, ja,.
Ramón, gracias, Crevillente siempre da respeto, pero es bonito hacerla pues es una aténtica carrera de montaña y eso es lo que somos. Te espero el año que viene. ¿nos vemos en Gata?.
Charly, si que es verdad, soy el Calimero de los runners, que quejica, pero si no es así las crónicas perderían esencia, hay que escribir de todo...
Si Javi, ya por experiencia cuando llego a las careras nunca comento como me encuentro, asi no me pillo los dedos ni en exceso ni en defecto, asi que el domingo toco defecto, pero bueno estuvimos que no es poco.
Salva, gracias hombre, a ver si nos conocemos en alguna carrera. Y ... ojala llevase ruedas, otro gallo me cantaría.
Nere, ¿miedo tu?, si casi casi tienes todas las carreras de la redonda en tu haber, ya será menos, aunque...había alguna trepadita y algun barranquillo de cuidado... los isquios pues si, dan que hacer y sobre todo mal rollo.
Yeep!!, Dani, que bien verte por aquí, pues si la criptonita es una superexcusa, je, je. Espero que te despeches bien en Borriol, a toda prueba le llega su hora.
Paco, gracias por tu TRIPLE, comentarios, eso de nadar, lo probe, pero tragaba demasiado cloro, no estoy hecho para el agua.
Lo del bajón y el mecanismo de defensa, estoy de acuerdo, pero ya está bien de defenderse, ¿no?
Mariano, totalmente de acuerdo, tengo que dar gracias de estar AHÍ, al pie del cañón y terminar las pruebas de manera mas o menos honrosa. No hay nada pero en la vida que ser desagradecido y eso... no, no, no como diría Amy Winehouse.
Miguel , disfruta de correr y lo del crono dejalo para cuando ya has llegado y como pura anecdota, ya tengo ganas de que nos veamos.
Paco Robles
Me uno a este último comentario de Paco Robles... total... ¿para qué sirve el cronómetro? para contar tiempo? pasado? disfruta del presente, que dura siempre!! un besote.
Ana Aper
Paco, Ana, bienvenidos, teneis toda la razón, a fin de cuentas, el sabor a meta, sea cual sea el tiempo es el mejor sabor, compartido con una cerveza junto a los amigos.
Yo tambien tengo ganas de veros. Un abrazo Paco y otro beso para tí, Ana.
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