Llevo casi cuatro semanas desde mi última infiltración para la fascitis y de momento se está cumpliendo el guión. En esta ocasión el médico ha dado en la diana, será pora aquello de los juegos olímpicos, y ahora si que disfruto entrenando e incrementando horarios y kilometraje, con vistas en principio a la próxima carrera el 6 de octubre Botamarges. Con casi 60 kms, semanales de montaña, me puedo considerar afortunado si echo la vista atrás y comrpuebo todo lo que llevo "pasado", por eso quizás mejor no mirar mas no me vaya a convertir en estátua de sal por ser demasido retrospectivo.
Con Gaspar Tortosa, al que he convencido para Botamarges
Voy a vivir el presente y dentro de unos meses, cuando el "efecto" infiltración vaya desapareciendo veremos a ver que nos queda de esta dichosa fascitis, que espero que no sea casi, nada. Ahora me dedico a trotar por varias montañas al ser verano, unas veces solo y otras acompañado, y combino rutas por El Morrón, Sorchante, Sierra de la Villa, Reconco y como no Peña Rubia. Sería mi deseo a finales de agosto intentar subir a Pirineos a saludar a unos cuantos refugios de Carros de Foc, a los que no visito desde el 2009. Y así de paso respirar aire fresco porque estas temperaturas tan sofocantes con aire sahariano no hacen mas que encoger mi ánimo y mi corazón.
Casi, casi mis abdominales, perder peso va bien para todo.
Sea como fuera las cosas, al menos deportivamente hablando, van en positivo y con buenas perspectivas. Encima he bajado de peso, y con poco mas de 73 kg, correr es un placer, voy a intentar bajar hasta 70 y lo mas díficil será mantenerse. Todo sea para llegar a Botamarges y resarcirme del peazo de pájara que me dejó ser finisher después de pasar un mal trago y ver como una nueva temporada me espera con los brazos abiertos o mas bien debería decír con los montes abiertos.
0 comentarios:
Publicar un comentario