II/III -TRAIL CASTILLOS DE AVILA-2005/2006

...Corría un frío otoño de 2005, nunca había sobrepasado los 21 kms, pero una conversación en el gimnasio, suscito mi interés, un breve relato casí mágico, igual que cantos de sirena Ulíseos consiguierón apoderarse de mi interés por las ultras..., alguíen comentaba que había corrido parte del recorrido de la I-Trail Castillos de Avila. Era Juan Carlos, mi compañero mas tarde en Carros de Foc 2007, le solicité información y desde aquel preciso instante supe que mi primera ultra como corredor de montaña sería esa.

Pero que locura, claro 50 kms, con apenas tiempo de preparación, creo recordar que apenas me quedaban 2 meses de entreno, pues eso nadie me quiso acompañar, pero esto no me amedrentó, cogí el tren y para Avila que me fuí, sin nada mas por compañera de viaje que mi ilusión y entusiasmo por ver que era aquello de pasar de 21 kms. La carrera, era el sábado por la mañana, y como reza el título de la misma, durante el recorrido se pasa por pueblos casi ancestrales, coronados por fortalezas milenarias, ahora testigas de nuestra entrega y tesón a la carrera.

Vista del Hotel Cuatro Postes desde las murallas

Llegué, sobre las 4 de la tarde y me fuí andando hasta el hotel Cuatro Postes, desde donde se divisa una bonita vista de la ciudad. Me dan la habitación, me instalo y cual francotirador, abro la maleta encima de la cama y empiezo a esparcir, el armamento... bidón, riñonera, glucosa, mis zapas salomón (las primeras), calcetines, gorra, etc. Toda una parafernalia digna de todo un rito maya. A las ocho hay charla en la terraza del hotel y ya por los pasillos me voy cruzando con otros corredores, no conozco a nadie, pero no me encuentro extraño, esto sucede, porque todos nos miramos y respetamos, pues sabemos que nos une un fin común... el ultrafondo, allí a la intemperie ya apenas 2ºC, Luis arribas nos comenta la carrera y los que nos vamos a encontrar, frío y nieve, al menos durante la primera parte de la misma, todo esto acompañado de un cafe con leche calentito. Recuerdo a un grupo de Ingleses, que ya era su segundo año de asistencia con mujeres incluidas y volvierón a a la III edición. A la mañana siguiente, en el desayuno, oigo una conversación y me parece entender "...pues en Elda...", y yo me digo, leñe, pues si tengo casi paisanos aquí, me voy hacia ellos y me presento, me comentan que ellos corren también la liga de la Comunidad Valenciana, pero yo no los había visto.

Los pretorianos de Tomares, siempre de buen humor, ataviados para la ocasión

Mientras tanto, los pretorianos de Tomares, sevillanos supergraciosos, van haciendo acto de aparición con su clásico atuendo de romanos, yo me quedo flipao, es la primera vez que los veía..., mas tarde los he vuelto a encontrar en otras carreras..., son únicos, corren así vestidos siempre, sea de la distancia que sea. A las ocho de la mañana del sábado nos recoge el autobús de la puerta del hotel para llevarnos a Solosancho, lugar de salida de la carrera, un pueblito encantador, que parece haberse parado en los tiempos del Cid Campeador, sus angulosas y empedradas calles, contrastan con el colorido atlético de 200 runners dispuestos a patearse los históricos campos abulenses. Se abre la minúscula puerta de una de las casas y sale una abuelica de unos 90 años, a tirar las cenizas del brasero a la calle, esta escena es la primera vez que la veo, con su toquilla negra, falda negra, medias negras y pantuflas negras, se agachó y se levantó mas rápido que un rabo de lagartija, vamos que la Blasa de Cruz y Raya iba a cámara lenta. Lo cual demostraba que la vida de pueblo, no hacen mella a pesar de los tiempos, y que una buena carne de matanza acompañada de buen vino, nos haría llegar a los 100 años.

Castillo de Villaviciosa (Solosancho)

El termómetro rozaba el grado sobre cero, los jueces de carrera avisan que en las cumbres hay nieve, pero que no hay problema, y se da la salida, al poco de partir pasamos por el castillo de Villaviciosa de Solosancho, simplemente precioso, me planteo la carrera tranquila, quiero ir de menos a mas pues no conozco bien como terminaré. Nada mas salir viene una contínua cuesta no, demasiado empinada, pero de 11 kms. de distancia, corro y ando y corro y ando hasta que corono y veo la nieve, voy con el grupo, no voy demasiado mal.

Como el mundo es un pañuelo, se pone un corredor a mi lado y casualidad del destino, trabajaba en la carcel de Villena de funcionario, que fuerte, fuimos juntos hasta la distancia maratón, justo al cruce con el río Adaja, Salvador Rizo, Salva para los amigos, a partir de aquí le invite a que se fuera, quería esperarme pero él iba mas fresco. Alrededor del km. 20 me empieza a dar molestias el isquiotibial izquierdo, y empiezo a temer lo peor, el abandono en mi primera ultra, pero no me había recorrido media meseta para morder el polvo...resisto hasta el 25 y alli, antes de la subida al castillo de Manqueospese, en la tienda de campaña de la cruz roja, me masajean con crema y me vendan el muslo con el fin de poder terminar la carrera, el fisio me dice, que no sea tonto y que si va a mas que me retire, yo le hago el mismo caso que cuando llovía y nuestra madre decía que no pisáramos los charcos... osea poco, aquella venda fué milagrosa, me hizo soportar la carrera hasta el final.

Castillo de Manqueospese

Castillo de Manqueospese con mi compañero de viaje, Salva -el de la carcel-

La carrera toca parte de la sierra de Gredos, en el Valle del Amblés, el bosque de la sierra está constituido por hayas, robles, pinos y encinas. Entre las especies de animales únicas se encuentra la salamandra de Gredos, la capra hispánica, los buitres negros y leonados y el águila real. La cima máxima estaba situada a 1.800 mts. y la mínima a 1.070, el sol hizo su aparición y la gélida mañana se transformo en un agradable dia otoñal. Justo en el 42, el cruce del rio Adaja, estoy mas que harto de correr, apenas en el km. 37 había recobrado fuerzas en el último avituallamiento.

Luego los ultimos 18 kms, son mas llanos, cansinos y comecocos porque no paras de ver Avila, siempre ahí delante, con las murallas esperando y parece que no vayas a llegar nunca, el sol a estas horas después de 5 horas de carrera y a pesar de ser final de octubre, calentaba la nuca de lo lindo, poco a poco fuí comiendo terreno hasta meta, donde atravesando un puente medieval y teniendo de expectadoras de lujo a las murallas, cruce la meta en unas meritorias 5 horas y 32 minutos, era mi primera carrera larga, la había completado y mis ojos se enturbiaron satisfechos por el trabajo realizado y la emoción de haber conquistado esta plaza. Quedó segundo, Manuel Beneyto, de Bañeres, con un tiempo espectacular, que a la postre también compartió, conmigo Carros de Foc 2007, la vida es un pañuelo.

Entrando a meta a las 14:32 de la tarde del sábado

Luego, me fuí al hotel, me compre un bocata y me tumbe en la cama hasta la hora de cenar, donde lo pase genial, ahora si, en compañía de mis amigos de Elda, Antonio Obrador, Matias y Juan del Amo, nos inflamos a pasta y vino y cuando creíamos haber terminado nos sacaron un chuletón gigante y buenísimo... carrera perfecta, viaje perfecto en compañia perfecta.

En la plaza de Solosancho, antes de salir 2006

De izda a dcha: Matias, el hijo de Antonio Obrador, Antonio y Juan del Amo

Al año siguiente repetí, mejorando el crono 5:25, y de ésta manera comencé mi andadura en el mundo del ultrafondo, ahora no me arrepiento. Por desgracia esta carrera, se dejó de celebrar, Luis Arribas, me comentaba que lamentablemente ya no tenía para el 2007 los "apoyos" y patrocinios necesarios para llevar a cabo la organización que también se curraba junto a sus colaboradores, era un hasta pronto y no un no definitivo, cuando vuelva la IV edición allí estaré.