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viernes, 23 de mayo de 2008

Iñaki Ochoa - Ochomil gracias...


Como bien sabeis los que seguís mi blog, está dedicado exclusivamente a las carreras de montaña pero, tengo irremediablemente que hacer una triste excepción, el motivo es la trágica muerte, hoy a la 8:45 h de Iñaki Ocho de Olza en su intento de alcanzar la cima del Annapurna. Desdé este mi humilde blog, mi pequeño homenaje a este gran montañero.


Tuve la suerte, de conocer, siquiera brevemente a esta gran persona, que desbordaba, alegría, buen humor y sobre todo un inconmensurable amor por la montaña. Fué a primeros de noviembre de 2006 cuando ofreció en la Casa de la Cultura de Villena, una charla, donde explicó, su forma de vida, sus proyectos y sus anécdotas,... todavía recuerdo como un yuyu indescriptible me recorrió el cuerpo cuando comentaba que en una de sus innumerables ascensiones en solitario y ya falto de oxígeno, decía que veía en la huella de sus pisadas en la nieve la cara de personas, realmente me acojoné, pues los hay que tener bien puestos para seguir, avanzando en medio de la ventisca a 7.000 y pico metros con una procesión de rostros macabros tras tuya. Transmitía, ilusión en todo lo que decía, así de repente parecía facil alcanzar, sin oxígeno, los 14 ochomiles, de su gira al Himalaya, pero sólo, los montañeros de altura, saben lo que cuestan estas gestas, tenía un coraje y un valor admirables, muchas ascensiones las había realizado, en solitario.



Al terminar la charla, y muy amablemente, pasamos a charrar con él y nos firmó los correspondientos autógrafos, y se interesó por el equipo de carreras de montaña, comentó que si al día siguiente, nos haciamos una carrerica por estos montes que no conocía. Y así fué, erá sábado, caía, una lluvia persistente pero fina, había niebla, incluso ya hacía fresco pues era noviembre, no me sorprendió la facilidad con la que subía las cuestas, incluso comento que en alguna ocasión había corrido maratones de montaña, creo que Zegama. Pasamos una mañana de entreno fantástica, nos hicimos fotos. Ademas recuerdo perfectamente que le regalé una botella de vino moscatel, la cual agradeció, pues comentaba que muchas veces permanecían mucho tiempo en el campo base, esperando mejoras del tiempo, y que jugaban a las cartas y que les gustaba probar, el vino y las pocas viandas perecederas que podían transportar.


Iñaki, el destino ha querido, que en tu 13º ochomil, dejaras la vida, máldito número, pero ahora estas y estarás en lo mas alto, en la cima mas azul, seguro que desde allí otearás el horizonte, donde dejaste a tantos amigos,... ochomil gracias por ser yo uno de ellos.




lunes, 12 de mayo de 2008

Marato i Mitja 2008 - Histeria colectiva...

Son, las 5 de la tarde, del viernes 9 de mayo, me marcho a Castellón, he de recoger el dorsal antes de las 9 de la tarde-noche, y antes debo de encontrar el hotel en Benicassim. Llego bien, gracias al Tom Tom, aunque la primera en la frente, recogo el dorsal 281, pero mi chip, no aparece, vaya por Dios, la talla de mi camiseta está agotada, vaya por Dios, me cambian el dorsal y casí me dan el último casi, el 1199, vaya por Dios, no le doi mas importancia pero me digo, mira que entre tantan gente y yo soy una de las incidendias.


Me encuentro, a Cañoroto, Charo, Goyo, Ppong y Salvador Calvo, nos saludamos, cambiamos impresiones y nos emplazamos a cenar en el hotel. Fue todo un lujo compartir mesa con esta gente tan sana, de lo mejor de la carrera. Allí estaba yo, en un buen ambiente, en tertulia con corredores a los que le encantaba lo mismo que a mi. Salvador Calvo, nos enriqueció con sus tropecientasmil anécdotas por esos montes de Dios, que si la muralla china, el raid en no se que isla tropical, el viaje en helicóptero que gano por la isla, etc. Nos vamos a la cama, son casi las 12 de la noche y el desayuno era a las 4 de la mañana, para poder estar en línea de meta de 5 a 5:15 y poder pasar tranquilos el control del dorsal. Me pongo a ver "Callejeros" para evadirme un poco de la realidad, y justo cuando apago la luz, oigo que en la habitación de al lado se empieza alguien a duchar, no lo entendía, casi me mosqueo, pero me quedo flipao cuando me doi cuenta que el ruido es el diluvio universal, golpeando la ventana del aseo de la habitación,...ya no paró en toda la noche.


Al día siguiente, bueno a las 4 horas, desayuno no muy copioso, junto a mi amigo José de CxM, nos deseamos suerte y valor...cuando tengo que coger el coche para ir a línea de salida, me veo obligado a poner tres ladrillos a modo de "islas" para poder llegar sin meter el piè hasta el tobillo en el parking del hotel, anegado en esos momentos por el agua nocturna. Sigo al autobús que fleta la organización para que me lleve sin complicaciones hasta el Castalia, y allí aparco el coche.

Es dificil describir el comportamiento humano, mas si cabe, si se trata de una gesta de este tipo, pues una especie de histeria colectiva se apoderó el pasado sábado 10 de mayo de los mas de 1000 corredores que nos dimos cita, bajo la lluvia frente al estadio Castalia a las 6 de la mañana. No había amanecido todavía, nos mirábamos y respetábamos pues sabíamos que cada cual tenía que intentar cumplir su papel, llegar a meta, tras 65 duros kilómetros. Dias de entreno, kilómetros a las espaldas quedaban atrás y ahora había llegado el momento de la verdad, afrontar con soltura tan dura prueba.


Pero nunca llueve a gusto de todos, y eso ocurrió, llovió torrencialmente durante toda la noche y apenas paro levemente para dar comienzo a la prueba aunque, justo en línea de salida, también las nubes quiesieron "correr" con nosotros, y ya no me abandonaron hasta 9 horas después, apenas a un cuarto de hora de mi llegada a meta.


Alli estaba, solo, a las 6 de la mañana con 1.071 locos a mi alrederor que habíamos pagado para pegarnos una paliza de cojones, no se que tiene esto de las carreras de montaña que por mas duras que sean, te llaman a filas y es díficil decir que no. Suena el cohete de salida, el que está al lado mía casí cae fulminado del susto que se pega, y empezamos todos a correr como locos, vamos atravesando el extrarradio de Castellón, nuestra única luz, las farolas de los últimos polígonos y el coche de policía que nos abre paso entre tinieblas. Ya estamos fuera de la ciudad y empezamos a subir por una urbanización donde la gente todavía duerme, se van haciendo los grupos según el nivel y pretensión de cada cual, va amaneciendo y cuando queremos darnos cuenta ya estamos en pleno monte, por fin nos encontramos en nuestro hábitat.


Estoy sorprendido, voy muy bien, me encuentro fresco, y como no, ya estaba calado hasta los huesos, cruzo un riachuelo que me embalsa las zapas, no apetece pero haber que haces, continuo y cruzo otro, esta vez hasta las rodillas, voy bien, creo que voy de los 150 primeros, y entonces me acuerdo de los sabios consejos de mi amigo José Antonio, le hago caso y bajo apenas el ritmo, pero es díficil dosificarse a las 8 de la mañana empapado y con buenas sensaciones porque lo último que quieres es aflojar para no helarte. De repente vemos que el grupo se para, Dios mio, no puede ser, tenía frente a mí a un riachuelo que debíamos vadear, por aquí el agua embarrada llegaba a la altura de los mismisimos huev..., pues nada ponemos la reductora del 4x4 y sorteo el riachuelo, total que mas da llover sobre mojado.


Y así llego, hasta las Useres, Km. 35, en 3 horas y 40 minutos, estoy contento pero tanto tiempo mojado empieza a hacer mella en mis lumbares, que piden protagonismo a pasos agigantados indirectamente proporcionales a los que yo empezaba a dar a partir del 42, osea, pasos de mosquito. Ahora empiezan las cuestas y la montaña en sí, ahora es cuando realmente el cuerpo debe de dar todo de sí, y ahora es cuando te das cuenta si has venido realmente preparado para afrontar esta distancia en un tiempo respetable, que para mi hubiese sido intentarlo en 8 horas como mucho. No hay que pedirle peras el olmo y estar corriendo medias maratones, por muy duras que sean, no garantizan bajar de 8 horas aquí.


De repente, cambia la película, me invade una sensación extraña de superfrost, y sólo que veo en mi mente, asteriscos como los que aparecen en los congeladores, mis riñones me duelen cada vez mas y me va pasando gente sin poderlo remediar, me estaba quedando, mi velocidad erá patética, empezaba verdaderamente la carrera, la dura, la cruel, la que iba a poner a cada uno en su sitio, hasta el km 55, intente no perder demasiado, recuperar en las bajadas, correr el máximo posible en las pocas rectas, barro, lluvia, lodo, agua, aire, frío.


Por mas que intentaba, andar deprisa, me quedaba mas varado que una ballena en un estanque, el policia de Terminator cuando es rociado con nitrógeno liquido, ibá a cámara rápida comparado conmigo, vamos que me podía mover menos que don Pim Pom en una cama de velcro...Quedaban 15 kms, saqué mi carga de gel, igual que Popeye saca las espinacas, me la tomo muy poco a poco para evitar un subidón de insulina, y parece que me recupero, pero me sigue pasando gente, yo me miro los pies, para ver si los tengo anclados a algo, pero no, es el frío, el cansancio y los kilometros, por fin la última bajada, 3 kms. hasta meta, justo aquí, sale el sol y cual ave Fenix, me despierto y me dejo llevar, hasta el arco de meta que mas que nunca me pareció el reino de los cielos...

Paré, el crono en 9:16, una extraña sensación se apoderó de mi, pues había terminado mi primera MIM, en unas extremas condiciones metereológicas, y eso solo ya está bien, había quedado en el puesto 259 y 202 de mi categoria, que también está bien, pero miraba hacía atras, y me entristecia un poco el pensar, que la pólvora se me fué mojando, y nunca mejor dicho por el camino. Al final 810 supervivientes llegarón a meta, los 261 abandonos os daran una idea de lo bien que lo pasamos, parecido a Sahigon, hasta pasaba el helicóptero.


DATOS GARMIN FORERUNNER 305 - (Cortesía de pepeasins)
(DISTANCIA 65,790 MTS / ASCENS0 +3.233 MTS / DESCENSO -1.993 MTS)


Desde aquí, un sobresaliente a los organizadores, sobre todo en línea de meta, fue bestial, enseguida pendientes de tí, te lo explicaban todo perfecto, te ayudaban a quitarte el chip, te daban la camiseta, los tickets para el caldito caliente y el bocata, y de postre chocolate calentito con magdalenas, en serio un 10. Lo peor la vuelta, 1:40 para volver en autobús hasta el punto de partida en Castellón y luego 2 horas mas de coche para llegar a casa..., creo que esa noche cuando me metí en la cama, no había nada mejor en el mundo.