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lunes, 14 de septiembre de 2015

TRAIL VALLE DE TENA 4K ....lobo con piel de cordero!!!

Bueno pues tras mi llegada a meta en Zegama (17 de mayo) y posterior recuperación de mis maltrechos talones una vez mas, a base de masaje, hielo, osteopatí y acupuntura, conseguí siquiera a final de julio y primeros de agosto poder entrenar casi desde cero para poder enfrentarme al próximo reto, el Trail del Valle de Tena. Bien es cierto que ante la cercanía de la prueba y mis contados entrenamientos solicité a la organización que me pasaran de la carrera ultra (78 k con 7.600+) a la maratón (44 km. con 3300+), y así pasó, aunque luego estas distancias y desniveles se vieron incrementados en el track definitivo por una pequeño desvio para evitar el mal estado de una senda que un alud invernal había dejado prácticamente impracticable.


Perfil y vista en Google Heart de un precioso y duro recorrido por el Valle de Tena.

En esta ocasión me acompañan en la aventura, Matías y Juanma de Petrer y Manolo de Yecla, que ya nos espereba en Panticosa pues llevaba varios días por allí con unos amigos que iban a reconocer el GR11 en varios días. Llegamos bien a Panticosa y nos reunimos con Manuel, el conoce bien la zona y nos lleva a comer a un lugar de menú pero de esos de chuparte los dedos. Posteriormente y para hacer tiempo hasta el briefing de carrera fuimos a Sallent de Gallego que está a un paso a echar un vistazo ya que es un pueblo con encanto y donde tuvios ocasión de coincidir con Oscar Pérez, flamante ganador de la Ultra de Andorra y Tor de Geants y que en esta ocasión ejercía de organizados junto con Samuel Martinez de esta primera edición del Trail Valle de Tena. Así que tras varias foticos por el pueblo decidimos ir a buscar nuestro hotel para ubicarnos y de allí a recoger el dorsal y la charla precarrera. De momento me quedo sorprendido con las pedazo de montañas que hay por Aquí, sobre todo del Garmo Negro, donde por suerte o por desgracia no tendríamos que subir los que realizábamos la "corta".

Recién llegadito a Panticosa, un día y paisaje espectaculares.
Sallent de Gallego, al ladito de Panticosa, la Peña Foratata al fondo.

Matías, Manolo, Oscar Pérez y un servidor, en Sallent de Gallego.
Ya en el briefing nos enteramos de mucho a tener en cuenta y sobre todo de que los desniveles que se aprecian en el perfil iban a ser mucho mas peliagudos de lo que a priori estamos acostumbrados, pues se trata de terreno bastante técnico tanto en subido como en bajada, aunque los primeros 27 kms. de los de la "larga" donde luego ya si que seguirían nuestro miso trazado, eran todo un poema y duros duros de verdad. En el briefing coincido con otro amigo y villenero que viene directo desde Alicante con un amigo a disfrutar también de la maratón, mi gran compañero de batallas Marco Antonio, que también sale de una lesión de espalda, pero este es un gamo y no tiene problemas en subir por donde haga falta y además a ritmos VIP. Como no fotos de rigor, muchos amigos y caras conocidas, Ana Bustamante, Pablo Criado, Ramón Ferrer (Monrasin), Manoli Panizo, y un simpatiquísimo Bruno Brunod que ejercia de embajador invitado de la carrera y que se enfrentaria también a la distancia "corta" demostrando que todavía a sus 54 años es una bestia parda y es que donde hubo...


Entrevista a Bruno Brudo durante el Briefing de carrera.
Con Pablo Criado, Ana Bustamante y Manolo Panizo.
Con el gran Bruno Brunod, que demostró estar muy en forma, Manolo y Marco Antonio(dcha)
...y como no el incombustible Ramón Ferrer (Monrasin)
Con Marco Antonio, los dos villeneros que nos enfrentábamos al Valle de Tena.
Tras una buena cena con Manolo, nos retiramos a dormir al hotel, simple, barato y acogedor, no hace falta mas. El debía levantarse antes pues su carrera empezaba a las 5:00 de la mañana, yo hice un poco el vago entre las sábanas pues a las 6:30 debería de coger el bus que nos llevaría al Balneario de Panticosa donde empezaba la maratón a las 8:00. Una vez el bus no deja allí, bollos de chocolate y cafe con leche a cargo de la organización, he llegado en el bus junto a Matías y podemos saludar a varios corredores entre ellos, como no, a Marco Antonio y tres compañeros de mi club el CXM Valencia que han venido a la carrera juntos, Eva, Isaac y Roberto. Y sin mas dilación y tras otras tantas fotillos se dió la salida desde Baños de Panticosa, rodeando el lago y camino de la primer etapa hasta el refugio de Bachimaña.

En Casa de Piedra, en Baños de Panticosa, con Matías antes de la salida.
Con Eva Bernat, que también defendía la camiseta del club CXM.
Charlando antes de salir con Julio y Matias.
 
La mañana es estupenda, algo de fresquito pero sin problemas para mí, pantalón corto y manga corta, de todas formas todo lo que viene ahora es subida a buen ritmo pues todos vamos frescos. Tenía mis dudas de como iba a responder la rodilla derecha (la maldita, la de las grandes carreras), pues venía con ella algo tocada y tras mi ultimo entreno por mi querida Peña Rubia, me dolía casi a diario, pero un buen vendaje la llevo al sitio y se portaba de maravilla. Vamos subiendo entre rocas y senda serpenteante buscando un falso llano, la Balsa de Lumiacha, tras la primera trepada y de alli ir subiendo continuamente pero menos empinado hasta donde ya veíamos el refugio de Bachimaña, aunque todavía daríamos un buen rodeo antes de llegar. Aquí en este punto, paso mi dorsal por el cronometrador y en lugar de seguir la carrera me asomo al mirador del refugio, las vistas son impresionantes y quiero disfrutarlas un poco, que la carrera es larga, dura y seguro que el sol que está a punto de darnos en el pescuezo se va a ir cobrando "vidas" de runners que han salido demasiado "alegres".

De Bachimaña, salgo bordeando un precioso ibón, aquí ya voy saltando entre rocas de de mediano tamaño y se puede correr, así que mientras puedo voy trotando, me dá la sensación de ir por la mitad de carrera hacia atrás pero no me importa, mi meta hoy es simplemente acabar la carrera que bastante he tenido con mi nueva recuperación de la fascitis. Tras sortear varios pequeños riachuelos saltando entre las rocas y atravesar una pequeña planicie se abre ante mi la antesala de subida al collado de Tebarray, al mas puro estilo de suelo marciano pisando roca y tierra rojiza y unas estupendísmas vistas al la marmolera de los infiernos. Esta sensación es difícil de describir, te sientes en la mas profunda soledad pero admirado de la grandeza de las montañas, atravieso maravillado los Ibones Azules. Aquí coincidio con una veterano de 56 años, Pamplonica y que manejaba un vara de tejo al mas puero estilo de los gondoleros venecianos con una gracia y un donaire que parecia que subia y bajaba aquellas montañas como di de venecia se tratara, se notaba a la legua que no era la primera vez que lo hacía, cuando le pregunté me dijo que estaba haciendo esta maratón para preparar la Canfranc-Canfranc, pero que creía que se había equivocado porque era mas dura de lo que imaginaba, aunque Carlos, que así se llamaba, era uno de esos duros caballos percherones con la experiencia a raudales. A mitad de subida, paré a hacerme un selfie con el collado y la marmolera de protagonista y Carlos se ofreció gustosamente a hacerme la foto y mientras tanto llega la mas fiera Cántabra a unirse a la fiesta. La simpática Ana Bustamante, con la cual he coincidido en varias carreras, también se puso en la foto para dejar constancia de que la fascitis plantar se puede superar con empeño y con tesón, me pide que la siga, pero no, no Ana, tu subes pero que muy bien y yo hoy vengo a disfrutar, además de estar por encima de 2000 metros y venir de Alicante que parece que el aire no te llega del todo!!! y tu vienes sin parar de correr por todos esos montes gigantes y además sin parar...España, Francia, Italia...

Con Ana Bustamante la dura Cántabra!!!-Detrás la Marmolera de los Infiernos.
A medio cámino del collado de Tebarray.
Ibón de Tebarray, inmenso, precioso, un placer para el trailrunner!!!
Por esta senda se accedia desde el collado de Tebarray al siguiente paso.


 
Vista de arriba a abajo de la bajada (algo expuesta) del siguente collado al de Tebarray
Veo que sigue subiendo Ana a buen ritmo, yo al mío...llego al primero de los collados importantes, el de Tebarray, la vista es espectacular y el ibon que se encuentra antes mis ojos con un azul hermoso donde los haya, la senda lo bordea a la izquierda para hacernos llegar al siguiente paso y durante el trayecto se puede correr por una senda bastante limpia y sin peligro alguno a caerte al lago ladera abajo, a pesar de lo que puede parecer en las fotos. Eso otro, hoy estoy decidido a parar a hacerme fotos, nunca lo había hecho en carrera oficial, pero hoy es distinto, además apenas veo fotógrafos y no quiero perderme estor recuerdas a parte de tener una crónica lo mas ilustrada posible para vuesas mercedes. Así que no dudo en pararme y hacerme la foto de rigor, o incluso poner el automático y volver a pasar para hacerme grandes fotos como la que me hice mas adelante en el lago de Lanuza. De collado tenemos que bajar casí haciendo escalada, para mi gusto algo expuesta, pues la cuerda que nos ayuda a bajar por una vertical casi literalmente es demasiado fina aunque tiene nudos, también existe algo de riesgo de que el corredor que tienes arriba te lance sin querer algún pedrusco y la verda que a nadie le apetece tener un chichón a estas alturas de la gesta.

En busca del refugio de Respomuso, la senda entre pequeñas rocas era muy divertida.
Eso que brilla a mi derecha es un pequeño lago que precede al acceso de Respomuso.

Sigue la carrera ahora viene una buena bajada, larga, bonita y variada, nos dirijimos al Refugio de Respomuso, ya hace calor y los kms., caen lentamente, demasiado lentamente, pero estoy, de momento disfrutando. A pesar de ser una bajada corredora, tiene zonas de especial atención, pequeños deniveles entre rocas y agujeros de marmotas te hacen ser precavido, también es cierto que con la ayuda de los bastones voy aguantando y que la rodilla me deje ser finisher. Llego al fondo del valle, me recuerda mucho, muchísimo a Aigüestortes y por consiguiente parece que esté como en otra versión de carros de foc!!!. Atravieso un lecho ámplio de rio con apenas un hilo de agua y tras una pequeña subida me sorprende ver que llego casi a nivel del mar, pues un ibón te está esperando en el minicollado y ya desde allí veo el refugio de Respomuso, coqueto y ma ahora que con la garganta seca y algo de hambre llego para avituallarme y validar en su punto de control donde llego no sin antes sortear un par de curvas entre rocas y pequeños desniveles para darnos un puntico mas de sufrimiento antes de llegar. Aquí hay un ambiente espectacular, para y descanso un par de minutos, relleno los bidones y como no disfruto de la vista, Samu y Lydia grandes corredores están ayudando a la organización en esta ocasión, como algo de salado y medio sandwich y sigo mi cámino, prefiero no parar demasido. Ahora empezaba la tercera etapa con un sol que ya empezaba a ser preocupante.


Tras el refugio, se atraviesa la presa de Respomuso para volver a pillar el GR11
Campo a través para acceder al fondo dereche al collado de Musales

Tras rodear el gran ibon de Respomuso y como no, atravesar su presa, conectamos de nuevo con el GR11, primero por rocas no demasido grandes para un poco mas arriba torcer a la derecha y buscar casi campo a través la subida al Collado de Musales. Subida por prado donde tengo que hincar bien los bastones para poder impulsarme, el desnivel es importante y le doy un mérito añadido a los que han decicido hacer la carrera sin bastones, que la verdad que eran muy pocos. Sigo apretando dientes y trepando, luego la pradera da paso a tierra mas rota y piedras empinadas y a una auténtica trepada donde ahora si que molestan los bastones pues necesitas las dos manos para avanzar, así que la llegada al gran collado de Musales fue toda una fiesta y como tal debía de celebrarla. Allí estaba Julio un corredor de Zaragoza pero con casa en Panticosa que conocía bastante la zona, agotado pero con ganas de continuar, al poco llegó Carlos el Pamplonica con su vara de Tejo y tras una fotos, reponer aliento y aprovechar de las vistas con Ibonciecho primero y Sallent del Gallego al fondo del valle, emprendimos juntos la bajada por aquel zig-zag interminable.

En la cima del Collado de Musales, con Sallent de Gallego al fondo.
Vista de la Peña Foratata, a mitad de bajada hacia La Sarra.
Tras atravesar el bosque, preciosos prados antes de llegar al avituallamiento.
Comenzamos la laaaarga bajada hacia La Sarra, una senda estrecha y con muchas curvas te invita a correr, primero por el desnivel y por otro lado porque estás deseando comerle kms., a la carrera, tenemos a tiro Ibonciecho pero pronto desaparecería de nuestra vista, vamos buscando de nuevo el lecho del rio en busca del siguiente avituallamiento justo en la otra orilla de la central eléctrica. Vamos escuchando el sonido sordo de los transformadores de la central a medida que nos vamos metiendo ya en el denso bosque, aqui ya he perdido a mis amigos ya que bajan mas rápido que yo que intento salvaguardar mi rodilla y no me quiero contagiar de ritmos que no me benefician, pero justo cuando los daba por perdidos los veo aparecer por mi derecha, no han visto una marca y se habían despistado retomando sobre sus pasos que vuelven a coger la senda. Llegamos al avituallamiento, todos derechos a beber agua, hace mucho calor y son las horas centrales del día, bebo coca-cola, agua, mucha agua y medio plato de pasta, la verdad que no me entra nada mas. Menos mal que llevo geles de Overstim´s que van manteniendo la caldera en perfectas condiciones. Me siento y descanso un rato, calculo que nos mas de 5 minutos, y es que ahora viene otra mole, el collado de Foratata y tan solo de verlo cuando íbamos bajando impone su desnivel así que toca salir con la cabeza amueblada para enfrentarme a otra dura ascensión.


Julio y Carlos han salido antes, al principio de y hasta que se alcanza el desvió hacia el primer collado vas bordeando por el margen el rio Aguas Límpias que se forma junto al embalse de la Sarra y su central eléctrica, aprovecho para hacerme un selfie, vienen a mi nariz el olor de carne a la brasa de los campistas y familias que están aprovechando para descansar a lado de una buena barbacoa y una cerveza fresca, la mía todavía tardaría unas horas en poder ganármela pero seguro que si lo consigo me sentará mucho mejor que ellos. Tengo la moral a tope y enseguida pillo a Julio vamos charrando, el calor es importante y en aquella vaguada de subida entre el prado no corre ni pizca de aire, sin duda tras la pequeña comida y la cola del avituallamiento no es el mejor ingrediente para meterte 844+ de golpe recién comido pero vamos a ello. Nos desvían a la izquierda y empieza ahora si la ascensión al primer collado, todavía entre arbusto altos y mosquitos por la proximidad del embalse y la humedad. Julio se queda y me espero con él, al poco vuelve a parar, va falto de aire y le comento que sigo subiendo yo poco a poco, el había demostrado subir bien y esperaba que me pillase, pero conforme se pone mas dura la pendiente el se va quedando, no va del todo fino, como conoce el recorrido me quedo tranquilo y prosigo.


A mi espalda el embalse del Gallego, la central eléctrica apenas se vé.
La agónica subida al collado de Foratata, al que nunca parecía que llegaras.

Con bastante esfuerzo, y calor sigo subiendo por aquellos pastizales malditos, llenos de agujeros de marmotas y con el sol de frente friéndome las ideas, veo que varios corredores retroceden, están exhaustos, les animo pero no quieren seguir. Otros han llegado al collado y se vuelven porque dicen que han visto lo que queda y se han desmoralizado, los animo pero nada, tienen la decisión tomada y no hay nada que hacer. Sin embargo esto a mi no me afecta, sigo con la mente puesta en la meta y de momento tengo fé en mi mismo. Cuando llego al collado entiendo su decisión, aquel primer collado era la antesala a una llanura inmensa que había que atravesar para de nuevo hacer otro subidón que sí era ya el famoso collado de Foratata (de agujero) y es que antes de llegar a la derecha hay una pared con un gran agujero redondo y a priori inaccesible sin ayuda externa. Me cuesta Díos y ayuda ir trepando por aquella pradera, miro hacia abajo y veo a varios corredores, pocos, uno de ellos es Julio, viene también sufriendo pero viene.... sigo hincando los bastones y avanzando metro a metro, parecía que no iba a llegar nunca, pero si, por fin, veo al voluntario que toma nota del dorsal y asombrosamente está frito, sin agua porque ha tenido que dar de la suya a varios corredores, así que me toca a mí ahora abastecerlo y devolverle el favor, aquí en la montaña nos ayudamos todos, lo cual agradece enormemente, menos mal que soy perro viejo y sé dosificar el agua. Ahora si que si tocaba bajada pero corta ya que volvían a bajarnos al valle paera de nuevo subir otra corta y dura subida de prado hasta el siguiente collado mas cercano donde justo aquí me adelantó el primer corredor de la ultra, mas fresco que una rosa.


Ultimo repechón antes del collado definitivo, justo aquí nos adelanta el 1º de la Ultra.
Pedazo de foto que me sacó Monrasín en el collado Foratata.
Allí estaba también como no, Ramón Ferrer (Monrasin), animando y haciendo unas fantásticas fotos, de las pocas que tenemos pero que dan un fiel reflejo de la majestuosidad de aquellas rocas calcáreas gigantes, colosos que íbamos conquistando poco a poco. Tras devolverle el saludo y cocharle la mano ahora toca trotar, senda bonita de bajada, pero la eterna subida no te da mucha alegría para bajar, así que pongo un trote cochinero para ir bajando a lo que yo pensaba que era Sallent de Gallego, allá abajo, y cuando casí estoy llegando alcanzo a dos corredores que me dicen que no, que aquello no es Sallent del Gallego, el último avituallamiento antes de meta, sino que era Formigal y efectivamente casi cuando podías tocar los tejados con la mano, la senda se desvía a la izquierda y nos vuelve a meter entre campos de hierba y cultivos. Allí en una valla que divide las fincas, apoyadas sin ningún voluntario, hay a pleno sol unas garrafas de agua, de las cuales damos buena cuenta. Por esta zona me adelantó el segundo y el tercero de la ultra, también iban finos, menudas máquinas, eso si jovencicos, jovencicos. 

Bajando del collado Foratata se vé Formigal al fondo del valle.

En esta zona, tengo que reconocer que me llego el momento bajón, hacía todavía mucho calor y la senda parecía no llevarte a ninguna parte, sino mas bien "desllevarte", si muy bonita y todo eso, pero no hacíamos mas que atravesar campos y bosquecillos pero nunca veíamos Sallent del Gallego, ahora voy solo de nuevo mis compañeros han apretado un poco, yo voy de bajón por no ver el pueblo aunque de ahí no pasa. Ahora es cuando me doy cuenta casi con 9 horas de carrera que un mes de entreno no es renta para hacer esta carrera y se me empacha un poco. Pregunto a un senderista, me dice que todavía me queda como media hora para llegar, yo no me lo puedo creer y ya es la puntilla, me desanimo y comienzo a andar mas de la cuenta, ahora ya me adelanta el quinto de la ultra, y así con mas pena que gloria llego a la carretera que tenemos que seguir, justo aquí me alcanza Julio, lleva los pies llenos de ampollas y juntos llegamos al avituallamiento de Sallent, por fin!!!!

Aqui al menos hay un buen avituallamiento, hay de todo, Julio dice que de aquí a meta a buen ritmo pero sin exhagerar hay como dos horas y media para los 10 kms. que faltan. Así que me tomo de golpe dos botes frescos de isotónica, bebo agua, bebo cola, tan solo tomo unas pasas y unas avellanas y para rematar un Red Tonic de Overtim's. Me siento me quito la mochila, estiro la espalda, en eso llega al avituallamiento Arnau Juliá, uno de los grandes, viene haciendo la ultra es el sexto o séptimo pero viene como apajarado, está exhausto y varios amigos le ayudan a reponerse, de hecho dude en si podía continuar, pero no es ni mas ni menos que un gesto que le hace humano, íbamos todos iguales, a esas alturas ya muy cansados y con ganas de llegar a Panticosa. Julio se quita las zapas, y con ayuda de unos amigos que le esperaban quiere curarse las ampollas, tiene serias dudas de continuar, yo le animo pero tengo que continuar, le digo que voy para arriba y que ahora me pille. Ahora la fascitis si que me está molestando y si me paro es peor porque se enfría y entonces si que no doy ni un paso. Así que me tomo un Enantyum Gel para el dolor y salgo con otro cara y corriendo como un poseso por las preciosas calles de Sallent buscando el siguiente escollo y último, las antenas de Lanuza.

Tras un breve recorrido por el pueblo y entre aplausos de la gente que tan ricamente se toma su cerveza en las terrazas del bar, abandono el pueblo, asombrosamente sigo corriendo por la carretera de salida que nos lleva al embarcadero del embalse de Lanuza, hay marea baja y voy siguiendo las marcas de carrera y las huellas en el barro, asombrosamente voy como una moto, es como si al parar en Sallent del Gallego Popeye me hubiese dado un bote de sus espinacas, son las seis de la tarde y el marco es espectacular, tengo la Foratata al fondo, estoy en medio de un embalse con la marea baja y hace un sol de media tarde que enamora así que no me queda otra que parar, sacar el móvil, poner el temporizador en 10 segundos apoyado en una piedra y hacerme una de mis mejores fotos y eso que iba compitiendo, de hecho como he comentado antes, hasta ahora nunca lo había hecho, en entrenos miles de fotos pero no cuando compite y la verdad que quedo chulísima, tanto que la peña cuando la vé no sabe si creerselo. 

Estupenda autofoto que me saqué surcando el embalse de Lanuza (Embarcadero)
Vista del embalse de Lanuza y Sallent de Gallego desde las altas praderas que nos llevan a la antena.

Ahora tomo un tramo de carretera, y por un panel de madera informativo, ya de lleno la senda que empinadamente nos subira a las antenas de Lanuza. Miro hacia arriba, llevo otro corredor y justo en este momento lo veo vomitar, ufff!!!, que carrera como estamos todos sufriendo!!!, le pregunto si necesita algo, pero no, me dice que sigue que va bien, se le ve fuerte de todas formas voy mirando hacía abajo y lo voy controlando. Ahora me pasa el séptimo de la carrera larga. Está muy empinado, no tengo referencias pero mi amigo Manolo me dijo ayer que engaña, que tras el subidón llegas a una pradera mas plana pero que la fiesta sigue, y se cumple el guión. Al llegar a este punto veo a lo lejos como los corredores que me preceden están subiendo literalmente por una senda casi al lado del riachuelo que baja por el valle, en fin no hay otra, sigo y sigo, sólo me anima que es la última subida, pero voy bien, me encuentro repuesto, y tras sortear a derechas el riachuelo una senda que bordea la loma me deja ver las antenas, por fin, y oigo gritar a Manolo Panizo, mi amiga, ex-CXM y compañera de algunas batallas que está hoy ayudando a la organización, me hace unas fotos, son las 19:40 y y ahora si que me veo en la meta. Me anima, ahora vienen unos kms. sencillos de pista gris forestal, te dejan correr, si puedes, yo puedo y voy disfrutando del momento, me paro hago otra foto, bestial que sol mas eterno, ahora si que estoy disfrutando. 

Pedazo de última subida pero ya he llegado, antenas de Lanuza (foto:Manoli Panizo)
Vista desde la larga pista forestal que seguimos desde las antenas hasta el desvío a Panticosa.

Sigo la pista forestal y en la siguiente bajada y perfectamente marcada a la izquierda está la salida a la senda, una senda preciosa, una bajada de libro y el mejor guión para llegar a meta. Entre tierra y hojarascas ya bajo a todo tren, al fondo está la meta, ya se oye al spiker, una curva y otra y otra y a pesar de quedar todavía luz en algunas zonas es tan espeso el bosque que casi se oscurece la senda. Parece no acabar, sigo bajando, de vez en cuando alguna piedra y alguna raiz te hace prestar atención, a ver si ahora la voy a pifiar y me caigo tan cerca de "casa". Alcanzo a un corredor, lleva una vara de tejo, ¡No puede ser, pero si es el pamplonica!!!, es Carlos!!!, el también va como una moto. Lo podría haber adelantado, pero ni me parecia correcto ni venía a cuento, tiene mas años que yo y se merece entrar antes que yo está fuerte, lo dejo hacer, salida de senda a Panticosa, primeras calles y tras callejear un poco pasando incluso justo por la puerta de mi hotel (Hostal Panticosa), ultima curva y a derechas la alfombra roja, ambientazo, tengo a Carlos a unos metros delante mía, voy corriendo por la recta de meta, doy besos al aire, lo he pasado mal pero ya estoy aquí, lo he conseguido y cruzo la meta, una de las mas caras que he podido cruzar. El speaker nos para a todos, le pregunta a Carlos, muy amablemente le dice que hemos compartido muchos kms., y que le había ayudado a conseguir el reto, es muy de elogiar, luego me pregunta a mí y prácticamente le digo lo mismo, somo compañeros y en momentos nos hemos ayudado haciéndo del liebre uno del otro. Un abrazo y regalo de finisher, una botella de vino tinto de Enate, no está mal, aunque me esperaba un chaleco o algo algo parecido. Seguro que la beberé brindando a la salud de los 49 kms. y 3450+ que salieron finalmente.

Muy orgulloso de cruzar la meta para el estado de forma con el que he venido.
Allí en meta está Matías, que ha llegado varias horas antes, menudo bicho, tambiñen Juan Manuel que ha tenido que retirarse de la larga, me hacen las fotos de llegada y me dan la enhorabuena. Seguidamente voy a por una cerveza, encima Heineken!!! y grifo para repetir las veces que quiera, así que me tomo por lo menos tres y descanso en un banco recuperándome de la gran proeza. Ha sido mas dura, mucho mas dura de lo que esperaba, la altitud (47% de carrera por encima de 2000m) y los pocos entrenos no me han ayudado demasido, pero una vez mas había sacado brillo a los galones, eso y la cabeza que una vez mas me servió de carburador mas que las piernas. Orgulloso y cansado me fuí a la ducha y luego junto con Matias y Juan Manuel dimos buena cuenta de una cena para recuperar fuerzas. Manolo, el otro integrante del grupo que estaba en la ultra, la acabó como un Jabato siendo de los pocos. Ya que entre la Ultra y la maraton hubieron mas de 100 retirados y es que esta primera edición del Trail Valle de Tena, pasará a la historia ya lo creo que pasará, por dura y sobre todo por bonita.

Rodeados de buena gente tras la carrera, una de las cosas buenas de estas pruebas.

Ahora unos días mas tarde pienso en Botamarges, mi siguiente cita, recien acabadas las fiestas de Moros, y con un crucero de Bodas de Plata por enmedio, volveré de nuevo, casi sin entrenar a enfrentarme a otra de esas que "muerden" y a pesar de haberla corrido varias veces, también he de decir que se me atraganta...pero eso será otra historia.