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jueves, 22 de junio de 2017

XVI ZEGAMA-AIZKORRI 2017..., no hay dos sin tres!!!

Zegama un sueño para todo corredor de montaña..., al menos todos deberíamos poder correrla al menos una vez, para eso es la mejor carrera de montaña del mundo no?. Llevaba 8 años probando suerte con el sorteo, no me tocó, y un alma caritativa tras mis quejas en Facebook, me llamo desde Zegama ofreciéndome un dorsal, era un concejal, que había visto poco antes como me irritó una vez mas no conseguir este preciado papelito!!!. Fué en 2015 y para allá, que me fuí. Estaba ya fastidiado con mi fascitis plantar y me planté en meta en 7:07 un tiempo modesto, pero que estubo bien peleado en mi estado de forma y sobre todo peleado con el barro.

Zegama es Zegama, ¿Quien no querría correr por aquí?
Me quedé tan maravillado que vuelvo a probar suerte en 2016, noveno año, quería resarcir mi honor y mejorar el tiempo, estaba seguro de que podía conseguirlo, pero nada, una vez mas y ya iban 9 veces no tuve suerte en el sorteo de marras. Y volví a probar en 2017 y por fín!!! y ahora si, sin "ayuda" y tras 10 años de sorteos me tocaba uno de los 225 dorsales que entre los 8700 que probaron suerte, es como si Charlize Theron, lanzara un beso al aire y me tocara a mí. Eso fué en Febrero, justo en el momento en que me estaba recuperando en el fisio de una lesión maldita, y distinta a la fascitis, una tendinosis cuadricipital de caballo que iba arrastrando y nunca mejor dicho. Así que si quería maquillar mi resultado tendría que ser, aprisa, vísteme despacio que tengo Zegama, y poco a poco salí del pozo y pude empezar a entrenar mas o menos serio a finales de marzo. Al principio muy pocos kms., y luego y a duras penas los suficientes para enfrentarme a mis carreras de "Calentamiento"... MAMOVA, dos semanas después, MIM, dos semanas después MONTCABRER y llego, justo, pero muy justo a la línea de salida, pero bueno había que intentarlo.

Todo un lujo que aparezca tu nombre en el periódico local de Zegama
Salgo para Zegama en compañia de mi mujer, Bárbara, ella como sabeis se ha convertido en una excelente corredora de montaña, y tras empaparse hace dos años del ambiente, este año también quería repetir. Llegamos a Zegama a la hora de comer, y nada mas bajar del coche la sensación de bochorno es insoportable, además con un alto grado de humedad, el salpicadero de mi coche marca 36ºC, increible, quien lo iba a decir, pero si, este año en la carrera íbamos a morder el polvo en lugar del barro. Tras comer en típico bocata de tortilla con una fresca cerveza,  y reencontrame con el gran Depa, nos dirijimos a Beasain, apenas a 9,5 kms., que es lo mas cerca donde he podido encontrar hotel, el Salbatoreh, un coqueto hotel perfecto para la ocasión.


Contentos de estar en Zegama?, no, lo siguiente!!!

El típico bocata de tortilla de patatas!!!
Con el gran Depa, siempre tan simpático!!!
36º C, a las cinco de la tarde, ¿Toros o Trail?

Tras acomodarnos, volvemos a zegama para la recogida del dorsal y la charla técnica. El ambiente es espectacular, saludo a muchos conocidos, Quim Farrero, el gran fotógrafo de la revista Trail, Ramón Ferrer el autor de uno de los mejores blogs de carreras de montaña, y si que es verdad que me extraño bastante no ver a los primeros espadas, cosa que no ocurrio en 2015 donde si pude salurdarlos y fotografiarme con ellos. Tras la charla, y el brindis con sidra de la tierra, cada mochuelo a su olivo, mientras iba a por el coche, escuchaba algunas suculentas ofertas económicas por mi dorsal, a modo de reventa, pero todo en un ambiente sano y de cachondeo, y realmente me daban penica aquellos corredores que habían ido a acompañar a algun amigo y que en ese momento hubieran dado lo que sea por tener un dorsal.

Este ya es mío, tras 10 años de sorteo!!!
Con el gran fotógrafo Quim Farrero (Revista Trail)
Charla técnica con un calor de aupa, abanicos improvisados con la hoja de ruta.
Ramón Ferrer (Monrasin), el mejor blog de Trailrunning para mi.

Ya en el hotel, nos hacemos un bocata mientras que vemos plácidamente la final de la copa del Rey, tranquilamente retozando y estirando en la cama, asombrosamente, tenemos que dormir con la ventana abierta del calor que hace, yo no dejo de sorprenderme y para mañana durante la carrera se prevee bochorno, nada de lluvia y si algo de viento en cotas alta. En la charla técnica ya nos dijeron que el cortavientos es obligatoria pero que vamos, sinceramente lo ibas a llevar para "pasearlo" así tal cual.

Me levanto a las 6:00 un mirlo y su dulcecansino canto ya se encarga de que no me quede dormido, el hotel por deferencia con mas corredores que allí estábamos alojados, se salta el protocolo este diá y en lugar de abrir el comedor a las 8:00 lo habre a las 6:30, así que puntualmente bajamos a desayunar tranquilamente, un suculento croissant crujiente, unas tostadas, un zumo natural de naranja y como no un buen café con leche, suficiente gasolina al menos para la primera hora y pico de carrera. Cojemos el coche y para Zegama que nos vamos, ya casi llegando hay una cola de 200 metros, gracias al pase especial para corredor que facilita la organización, no tenemos ningún problema en acceder al centro de la población para que los voluntarios nos redirijan a los puntos de aparcamiento, todo muy bien organizado. Este día, si no tienes el pase, no puedes acceder a Zegama y en que me las ví para aparcar, era antes de las 8:00 y casi que encuentro sitio.

Justo a esa hora mi mujer se sube al bus que fleta la organización para llevar a familiares y amigos a las inmediaciones de las zonas de acceso al avituallamiento de Sancti Spíritu, el autobús los deja en la última curva y ellos todavía tienen que subir y subir un buen rato, allí me esperará hasta que pase para darme ánimos. Yo mientres en el coche, me termino de poner los últimos tape, no estoy nervioso, he hecho los deberes, aunque la verdad tampoco tengo unas especiales ganas de correr. Llevo la rodilla derecha algo tocada, incluso con algo de líquido sinovial fuera y tengo mis dudas, así que estoy entre una mezcla de pasotismo y venganza por mejorar mi tiempo, aunque en lo mas hondo de mí se que no son las mejores condiciones para que tenga una carrera tranquila, sobre todo tendré que correr y mucho para llegar al corte del km.21 en Sancti Spiritu, que aunque dan 3:15 de tiempo, para los 1400+ que hay hasta allí no hay que dormirse. Y pensar que el ganador de la carrera hizo 3:45!!! que bestia parda!!!

El Aurresku, danza de honor en actos, como bodas, eventos, etc.
Primeros metros tras la salida, se puede comprobar el ambiente especial.

Tras dejar la bolsa en el guardarropa me dirijo al corralito de salida, no estoy nervioso, tampoco tengo unas especiales ganas de correr, estoy como en plan pasota, sabeedor que tengo un gran reto por delante y sabeedor que tampoco tengo ni la rodilla ni los entrenos para hacer grandes gestas. Como si mi subconsciente me dijera que con llegar voy apañado. Entre tanto ambiente la espera se pasa rápido, muchos protagonastas en primera línea y tras el baile típico vasco, el Aurresku, se da la salida a la carrera que como viene siendo habitual da una primera vuelta por el casco principal del pueblo para ya enfilar la famósa cuesta que nos subirá sin piedad hacia la cima de Bidarte el primer escollo que nos íbamos a encontrar. Pulsaciones a tope y yo superconcentrado, mucho público, muchas cámaras y mucho trabajo por delante.

Por ahí ando yo, entre tanta fiera suelta, ambiente espectacular.
Y que decir de este ambiente, las piernas van solas a pesar del costarrón
Primeras rampas, de subida, exigentes pero con alguna zona mas "comoda"
Por encima de nuestras cabezas, suenan las aspas del helicótpero, lo cual da mas épica a la gesta, mas que una carrera de montaña parecemos tropas subiendo uno de los acantalidos defendidos por hostiles alemanes el dia D en el desembarco de Normandía. Primeros exigentes kms., al tratarse de cuestas que van ganando desnivel positivo a las primeras de cambio y que ya hacen que la carrera se estire y bien. Tras varias fases de subir y baja por pistas, ahora sin barro, llego a Bidarte, zonas preciosas para correr y que nos harán subir y bajar para desembocar en el puente de metal a su paso por Ultzama (km.8,7) y que sirve para que no se corte la carretera que va a Zegama mientras dura la carrera. Bajo nuestros pies las planchas de metal retumban como si fuéramos ñus camino del Serengueti. Al final de la bajada nos dirijimos a uno de los pasos emblemáticos de la carrera, el comienzo de la subida hasta Atabarreta (km.13,5), aquí todavía mucho público "Aupa Miguel, aupa", los pelicos de punta y las manos a las rodillas para tirar de riñones y de orgullo por aquel precioso bosque en busca del próximo collado. 

Tras el paso por el puente metálico, las primeras cuestas a Otzaurte

Preciosas zonas entre bosque y pastizales hasta llegar Allarte.

Zonas finales de acceso al pico Aratz, duras y preciosas.

 Sigo subiendo ahora el objetivo siguiente es alcanzar Allarte (Km.14,8), zonas preciosas de hayedos donde la sombra de los árboles junto con el calor hacen un ambiente mágico pero exigente que te hace sudar y sudar, la hojarasca casi nos envuelve las zapatillas y lo que en 2015 era puro barro mezclazo con hojas se convierte ahora en toda una alfombra natural que amortigua las pisadas de los corredores. Esta zona engaña, tiene bajadas y subidas cortas que te revientan las piernas y solo son los paso previos a la subida final al Aratz (Km.16,1), uno de los 4 grandes que teníamos que subir. Solo el cambio de vegetación, la caliza y el viento te hacen ver que estamos llegando al collado final, donde llego en bastante buen estado, sujetándome el dorsal en el pecho para no perderlo y la gorra con la otras para que no salga disparada. Piso la alfombra de registro del chip y me encomiendo a una larga bajada hacia Sancti Spiritu (Km.19,6), una bajada que se hace larga y técnica, mas si cabe cuando tienes que mirar el reloj para ver si llegas a tiempo del corte que sin ser demasiado exigente no te puedes dormir. Quiero guardar rodillas pero no quiero perder la oportunidad de seguir en la carrera así que pongo una velocidad de crucero decente y tras pasar por el emblemático Paso de San Adrían, su érmita y un montón de público, llego con apenas 10 minutos de margen sobre el tiempo exigido al corte en el avituallamiento.

Zona final de los hayedos de subida al Aratz.
Cima del Aratz, un vendaval impresionante quiere mi dorsal o mi gorra.
Llego muy cansado, si algo tiene Zegama es que es bastante rompepiernas, así que decido avituallarme bien, aquí me encuentro a mi amiga Karmele, es de Zegama y corre que se las pela, ya en 2015 me gano por poco y esta vez lleva el mismo cámino. Nos animamos y decido salir, no quier perder tampoco mucho tiempo. Mi alegría es inmensa al ver que entre el público me sale una rubia guapa y me da un beso que me sabe al mejor gel de cafeína, es mi mujer!!!, yo pensaba que quizás habría bajado ya para el pueblo con el grupo del autobús pero ha decidido quedarse y esperarme. No veas que subidón, me hacía falta, sigo subiendo, no puedo correr, sale polvo debajo de mis zapatillas cosa rara en esta cuesta pero este año es lo que toca, todavía hay público pero quedan ya pocos, la mayoría ve pasar la primera hora de carrera y se va bajando poco a poco a la zona de meta o a casa, que es domingo y toca comer con la familia. Acostumbrado a ver tan poco público en las carreras normales, para mi es mas que suficiente, sobre todo cuando vuelves a oir "aupa Miguel, oso ondo, oso ondo, vamoooossss!!!, es bestial lo que transmite el aficionado vasco en esta carrera.

Paso por la Ermita de San Adrían, lugar histórico y con encanto.
Sacando cálculos, para ver si llego al corte un poco mas adelante.
Vista aerea de la calzada medieval tras pasar el Paso de San Adrián.
Vista desde lejos de la cuesta tras el avituallamiento de Sancti Spiritu.
Ya tenemos media carrera, ahora a por la otra mitad!!!

Una vez arriba del collado, y tragando saliba, empieza lo bueno, la larga subida al Aizkorri. Tras uno metros entre hayedos toca ya ir subiendo, entre rocas, esquivando aficionados que ya bajan de la cima tras animar a los primeros, yo aquí si que me noto vacío del todo y se me hace un auténtico calvario aquella subida a pesar de los infrucutosos intentos de ánimos de todos los que bajan, y es que mi fondo al llegar a esta carrera y tras el largo parón de la lesión ha sido apenas de 2 meses y alguna que otra carrera de calidad (MAMOVA, MIM). Todo llega en esta vida, incluso el Aizkorri, así que casi en la cima en los ultimos rampones ya estás viendo el ambiente de la cumbre y también la zona mas divertida par trepar, es espectacular, tanto el ambiente como el público que a pesar de no ser ni por asomo el que había aquí hace un par de horas sigue siendo para mí espectacular. Por fin hago cima, 4 horas justas, allí con un viento huracanado veo a retirados dentro de la Ermita del Santo Kristo, seguramente para que no se los lleve el aire que es de aupa, en 2015 aquí llegué con 3:35 así que mi intento de mejorar mi tiempo anterior se esfuma y entro en fase de intentar ser sub 7:30, ...para lo que hemos quedado pienso!!!.


Secuencia, de la bonita y larga subida al Aizkorri, dura pero espectacular.

Tres imágenes que muestra el aspecto en el punto mas alto de la carrera, Aizkorri.

Del Aizkorri Km., 22,1 al Aketeguí (antes Aitxuri) Km. 23,2 es un tramo de apenas un km., pero muy técnico, de los mas técnicos que conozco, con piedras como cuchillas, y tramos de rocas donde se te puede encajar la zapa y doblarte un tobillo o lo peor, la rodilla, todo esto sazonado con subida y bajada entre un viento huracanado que te arranca lágrimas de los ojos. Me cuesta 20 minutos!!!, el primero lo hizo en 8 y la primera chica Oiana Kortazar en 12, para que os hagais una idea. El caso es que me encanta y me noto que me voy recuperando de la buena pájara que me ha dado llegar el Aizkorri. Cuando crees que ya lo tienes hecho, ojo, es como subir un ochomil, no sabes si lo peor es subirlo o bajarlo y en este caso, se cumple la norma. La bajada del Aketeguí tiene miga, es muy empinada y con zonas de hierba, piedras y algunas calvas de tierra que en 2015 era barro, así que por mi agradecido, mis HOKA Mafate Speed 2, se está portando de maravilla y en un periquete me planto abajo, en el avituallamiento de Arbelar, mis rodillas se siguen portando, y yo ahora me encuentro fuerte y decido apretar para ver si consigo raspar minutillos a ese crono que he perdido en la subida.

Único momento fácil, del cresteo entre Aizkorri y Aketegui (Auxturi)
Cresteo por la ladera desde Aizkorri a Auxturi, apenas un 1km. pero tela!!!

Aritz Egea bajando de hacia Arbelar, la presencia de público a tope.
Parte final de la larga bajada a Arbelar, es otro tramo mas al comienzo.

Tras salir de Arbelar, viene una zona de las mas bonitas para correr, al menos para mi, y aunque soy mas de frío y niebla, reconozco que en esta parte me encontré cómodo y recorte tiempo, a pesar de que ni la sombra de esta parte ocultaba un creciente calor. Una zona de hayedos, rocas, saltos entre raices y curvas que hacía verdaderamente divertido estár ahí de protagonista de tu propia carrera. Voy rumbo de las campas de Oltze donde se encuentra el siguiente avituallamiento al cual llego con buenas sensaciones, y pido que que me echen un poco de Réflex en la rodilla. No quiero entretenerme demasiado y aprovechando mi estado de "forma" prefiero seguir corriendo, ahora toca seguir trotando para alcanzar las campas de Urbia (Km.28,5) a las que se llega corriendo entre pastizales, pero de vez en cuando toca esquivar ciertas zonas de rocas que te hacen andar, trotar, y bajar con algo de cuidado. Finalmente en la lejanía ya diviso Urbía, está repleta de público, es la hora de comer y hasta aquí se han acercado multitud de aficionados para hacer un pic-nic y de paso animar a los corredores, siguiente paso por la alfombra de control de chips y cada vez la meta mas cerca.

Mi mujer, también disfruto camino de vuelta a la zona de meta.

Salgo de Urbía, entre una fila de árboles veo en una ligera bajada el paso por un riachuelo y frente a mi lo que sería ya el ultimo bastión que asaltar, el Andraitz, veo a los corredores como puntitos de colores salpicando el verde manto de pastizal que forra toda la ladera, y troto lo que puedo hasta llegar a las primeras rampas que ya me obligan a andar. De nuevo recibo el ánimo de muchos corredores, toda la subida la hago andando, imposible a estas alturas de carrera subir por aquí corriendo, pero no para todos, Stian el vencedor subía por aquí como si nada, todo potencia. Una vez llego arriba (Km.30), saludos y mas saludos, en el collado el cresteo y primeros tramos de bajada algo técnicos, pero siempre te queda el pensar que prácticamente ya hasta Zegama es bajada, aunque no exactamente.

Ultimos tramos de subida al Andraitz, Km.30 todavía faltaban muchos Kms.
Aspecto de la bajada desde Andraitz, algo técnica hasta las primeras sendas.

Sigo bajando, esta parte es de senda ancha pero con trampa, recuerdo en 2015 lo que sufrí para intentar bajar estos tramos, llenos de barro con raices y curvas que se tragaban literalmente mis zapatillas, ahora sin barro eran menos arriesgados pero no menos técnicos, así que sin descuidarme demasiado, voy comiendo metros en bajada a un ritmo sostenible para si es posible llegar con buen tiempo a meta. Llego a Itzubiaga, de igual forma sigo corriendo entre el bosque precioso hasta Moano (Km.34,2), justo aquí me adelanta Karmele como una posesa, ve su puebla cerca y decide arriesgar ya dándolo todo. No la sigo, yo voy a mi marcha, tampoco estoy para tirar muchos cohetes. Me tomo mi último gel y decido correr todo lo posible y andar solo en algunas determinadas cuestas, como por ejemplo la que hay recien salido del avituallamiento de Moano, pero es corta y casi con todo lo que llevamos en el cuerpo ni le das importancia. Llego a Mondabide (km.35,8), en el avituallamiento hay un barreño con esponjas con agua nada limpia pero fresca, cojo una esponja de aquellas y me la estrujo por el pescuezo, necesito bajar la temperatura como si mi cuello fuera un reactor nuclear. Ahora voy a por el siguiente avituallamiento, Oazurtza (km.37,8), hasta llegar aquí he pisado el único barro de toda la carrera debido a pequeños regueros provenientes del desagüe de alguna fuente natural monte arriba, pero siempre corriendo entre bosques.


Avituallamientos de la parte final de carrera.
A partir de Oazurtza la senda se estrecha y se vuelve hacer algo mas técnica, vuelven a salir a flor de piel, piedras y raices, hay que llevar cuidado que a estas alturas las piernas ya no están frescas y la mente está pensando ya en cruzar la meta. Alcanzo las primeras casas del extraradio de Zegama, zonas que combinan, sendas cortas, con hormigón y algo de asfalto, oigo al fondo del valle al Speaker, lo tengo hecho voy a ser finisher. Dejo el asfalto y nos desvían a derechas por una bajada de hormigón empinado hacia abajo buscando el pueblo, llego a la zona donde horas antes mi mujer había cogido el bus, son las primeras vallas amarillas que te dirigen a la meta, ufff, que subidón de nuevo, no es un buen tiempo el que voy a hacer pero después de estar lesionado desde Julio y pasar un infierno y gastarme una pasta en fisios, sólo me queda una curva para la gloría. Ya estoy casi, mi mujer, sale de la ultima curva y me hace una preciosa foto, mi cara lo dice todo!!!. Meta una vez mas aquí me tienes, dos de dos, 7:25, discreto pero finisher al fin y al cabo. 554 corredores, 469 llegados a meta, 53 no lograron pasar el corte de Sancti Spiritu.

Última curva, satisfacción después de tantos meses lesionado.
Meta, 7:25 no he mejorado mi marca pero he llegado que no es poco.
Captura de pantalla de la television Vasca en mi entrada a meta.
Karmele, que hay que ver como corre oiga!!!

Nada mas cruzar la meta, con un sol de justicia, aparece mi mujer y me da un merecido recibimiento. Ella también forma parte de este reto, por su contínuo apoyo desde que me lesione, hayá por primeros de Julio en PirineosFit. Karmele, hace unos minutos que ha llegado, la felicito, siguen llegando corredores, cada uno una historia y un reto diferente pero unidos por la misma meta, y en realidad Zegama es diferente y por eso engancha tanto. Ahora me doy cuenta de lo enormemente privilegiado que soy al haber conseguido venir dos veces en tres años. Recogo mi bolsa de finisher, estupenda, huevos, aceite, embutido, sidra y miel, todo productos vascos. Me tomo la cerveza fresca de la llegada y me dirijo a las duchas, allí todavía habrá otro avituallamiento para ya una vez mas repuestos tras las ducha nos hagamos un buen bocata de chistorra, o volvamos a comer el queso de Idiazabal, con mas cerveza y de postre dulces con sidra casera.

Mis tiempos de paso por si quereis tener referencias "Diesel"
Se acabó Zegama, otro año, espero que no sea el último que tengo que vengarme.

Este año decidimos no volver a casa recien acabada la carrera, ya en 2015 lo hice y no quiero nombrar como llegué después de la maratón y otras 7 horitas de coche. Así que volvimos al hotel en Beasain, y al día siguiente fuimos a visitar la Playa de La Concha a San Sebastián que estaba a un pasito y ya para casa mas tranquilos y repuestos.

En la playa de La Concha en San Sebastián, con mi mujer, exprimiendo el viaje.

La rodilla se sigue portando bien, los tendones cuadricipitales están curados, el colágeno recuperado y haciendo su función, pero sigo teniendo en la rodilla derecha "algo" que me produce una ligera "bursitis" que no me deja tranquilo ¿menisco, rótula, ligamento?. Ahora toca descanso, y preparar con garantias el Gran Trail del Sobrarbe, pero eso ya será otra historia...