El pasado domingo 24 de octubre, y mientras Alonso en aquel remoto lugar se debatía en ser campeón del mundo bajo una incesante lluvia, mi amigo Vicente (Trueno), y Víctor de Crevillente; habíamos quedado por distintos motivos en compartir, afición, entreno y sierra, en este caso mi querida Peña Rubia. Yo hacía las veces de anfitrión, y conocía como la palma de la mano todo el recorrido, esto estaba en mi haber, pero en el debe, estaba mi recién estado de "nuevo" corredor, ya que después de mi infiltración había ido paulatinamente aumentando el tiempo y la intensidad y ahora en este entreno quería probar pero también sin pasarme.
Victor, es un fiera y a pesar de su juventud, ya ha realizado tropecientas burradas, trails, maratones y demás desafíos personales, como ir corriendo desde Crevillente a Caravaca de la Cruz non stop, o hacer 2 veces el UTMB, de hecho es el alma mater de la organización de las carreras de montaña en Crevillente y en esta ocasión quería conocer los montes de Villena. Vicente, (Trueno), es compañero de fatigas, duro donde los allá y compañero del foro, que está demostrando año tras año como va aumentando su amor por el trail tanto como su forma física, y a mí...ya me conoceis, soy el Alfreo Landa de las carreras, le hecho cojones pero no dejo de ser un españolito medio, y lo más fuerte que tengo en mi curriculúm es haber acabado Carros de Foc, en solitario en 21 horas y 54 minutos.
Bien pues con estás premisas, disfrutamos de lo lindo, por Peña Rubia, reviviendo bastante parte del recorrido (16 kms), de lo que fué en su momento el recorrido "oficial" de la media maratón de montaña de Villena. Tardamos unas dos horas y media, pero con paradas turísticas incluidas donde pudimos ver, desde el vértice geodésico casi a 1.050 snm., poblaciones tan dispares como, Yecla, Caudete, Sax, Cañada, Biar, Benejama y hasta Bañeres. Victor que es una gacela, casi agradeció el ritmo de carrera que yo iba marcando, porque a él también le gusta disfrutar entrenando y Trueno se amoldó igualmente como un guante a una mano.
Al terminar nuestro recorrido, ya el sol golpeaba nuestras espaldas a pesar de haber comenzado a trotar con unos 5ºC, y unas cervecicas frescas, con unos canapés saladitos, acompañados de una estupenda camiseta de recuerdo, firmó un entreno de los que siempre se agradecen, por la compañía tan estupenda y que volveremos a repetir.
Las sensaciones me han dejado un buen sabor de boca y unos talones que casi, casi ya ni me duelen, durante la carrera nada, y al día siguiente (la prueba de fuego), muy muy poco, estoy contento porque poco a poco me voy sintiendo de nuevo un trailrunner, ahora mi próximo objetivo es competir, pero empezar con pocos kms. ¿que os parecen 3kms. y 600mts?, bien ¿no?, pero y si tienen 1000 mts de desnivel positivo, ...si es lo que estás pensando, ¿un kilometrico vertical al lado casi de casa y yo no voy a ir?...El Puig Campana me está esperando, ya os contare... de momento ya estoy inscrito...al fin y al cabo... lo importante es...