Mis amigos villeneros, han organizado, una crono-escalada en plan de amigos para el 11 de julio, sobre un circuito archiconocido aquí en Villena, la subida a la Casica el Guardia. Es un recorrido muy bonito, y que por momentos parece que no estés en nuestra zona, tan desértica, pues en varias tramos, los pinos, cipreses, ramblas, liebres, mochuelos y algúna culebra, te teletransportan a una zona mas húmeda o al menos mas alegre en cuanto a vegetación.
Se trata de un circuito, que tiene varios inicios pero soló un final, y suele rondar de 5,5 a 6,2 kms. según donde empieces, combina, pista, caminos, senderos, pedregal, cantera, rambla y mas piedras, sirviéndote perfectamente para un entreno mas fuerte de lo normal. La llegada, es una casa en estado ruinoso, que antes era conocidad también como casa del médico y posteriormente llamada casa del Guardia, a caballo entre Villena y Cañada.
El martes, y después de mis largas hora de entreno para la ultra de Andorra, se me ocurrió acompañar a un grupillo que salía, en teoría, iban a correr tranquilos para que los nuevos comprobaran el circuito. Me las vi y me las desee para seguirle, fue una auténtica carnicería enseguida empezaron los primeros a tirar, yo me quede atrás a mi marcha, me decía a mi mismo, bueno, no me quedaré el último, en las cuestas duras los cogeré..., pero ahyyy!!! amigo, no pude reaccionar, mis piernas no respondían, el calor era considerable, a pesar de ser las 20:30 y con toda seguridad que el cambio de entreno (mas horas y mas despacio), me quitaron la chispa de la subida, en circunstancias normales hubiese hecho al menos por la mitad del grupo, pero me quede el último pegado a las piedras, como si mis talones estuviesen untadas con cola.
Un 10 para todo el grupo, que demostró no hacerle ascos a la montaña.
Aquí, con José Carrión, una máquina del asfalto, que vino a "socorrerme"
Ni que decir tiene que cuando llegué arriba, tuve que reirme, pero pase verguenza, porque en teoria, yo era de montaña y no lo demostre, en fin al menos cumpli, por algo soy un finisher. Luego segui corriendo otra hora y media hasta que la noche me acogio en su seno y con las orejicas gachas cene y me acoste...mañana será otro día.Aquí, con José Carrión, una máquina del asfalto, que vino a "socorrerme"