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miércoles, 24 de octubre de 2012

RICOTE TRAIL 2012...al rico barro para el niño y la niña!!!

Las previsones metereológicas daban para el domingo por la mañana una mini ventana de buen tiempo o al menos casi, que finalmente no se abrío. Durante la noche del sábado las nubes quedaron enganchadas en las puntas de las estrellas y se dedicaron a rociar todo el Levante y Murcia para preparar el recorrido del Ricote Trail en una excelente pista americana donde disfrutariamos casi 300 valientes que dejaron las calientes sábanas de un domingo de churros con chocolate por un chubasquero y una buena dosis de adrenalina.

 ¡¡¡PIES PARA QUE OS QUIERO!!!, así quedaron los pobrecicos.

Viajamos para Ricote, Malpi -que debutaba de nuevo tras su operación de rodilla-  casi un año en el dique seco, y Javi Ruano, asíduo compañero en mas batallas, el viaje para Ricote poco a poco se convirtió en una lluvia constante y por momentos intensa. Pero llegamos al Valle de Ricote mas pronto de lo pensado y con tiempo de sobra de hacernos el cortado de rigor y recoger el dorsal, todo esto bajo una intensa lluvia que nos obligó a cambiarnos de ropa para la carrera, en el interior del coche, aquello parecia mas una escena de novios en un descampado que otra cosa, ropa quita y pon, cristales empañados y algún toque al claxón con la rodilla, ja, ja, ja, comico pero asombrosamente salimos de allí cual conejo de un prestidigitador, perfectamente ataviados con nuestro dorsal y chip puestos correctamente y eso si, con el chubasquero porque la lluvia no cesaba.

El Valle de Ricote, precioso, escondido entre montañas.

Saludos de rigor, bajo el arco de meta nos agolpamos unos 300 corredores bastantes menos de los inscritos (400), mas de uno se asomó a la ventana y prefirió coger caracoles que coger un constipado; todos bien tapaditos, algunos valientes sin protección para la lluvia, que no debieron pasarlo demasiado bien en algunos puntos donde el aire soplaba, pero se da la salida y como siempre empezamos a correr por las calles y bancales del pueblo en busca de nuestra querida montaña, a principio de puntillas entre los charcos embarrados pero luego ya sin complejos pues sabiamos que era una batalla perdida, como pisar cucarachas egipcias dentro de una peli de La Momia o Indiana Jones, vamos que tarde o temprano sabes que te comen, como así ocurrió finalmente en menos de un km, ya íbamos todos calados hasta los huesos y ya disfrutando charco para arriba y charco para abajo. Principio duro, pues se acometen 650 mts+ en los primeros kms. escalando terrazas que ibámos intercalando con salidas y entradas a sendas empalizadas de piedras.

Finalmente, salieron casi 28 kms. con 1.500 mts+

El agua caía bien, golpeaba mi chubasquero, que no mi capucha ya que dejé que la visera de la gorra me sirviera de protección y es que no hacía frío y la capucha agobiaba un poco de mas, sobre todo cuando tienes que afrontar ese desnivel de buenas a primeras. Sobre el suelo las marcas de pisadas de todos los colores, resbalones dentados en el barro que dibujaban los mas disparatados pentagramas arcillosos en esta partitura de barro agua y lodo con olor a prebella. Mientras subía me venian a la cebeza imágenes de que quizá por aquellas mismas sendas empedradas huyeron de Ricote los Moriscos expulsados, dejando tras de si, el valle, su negocio, sus amigos y su hacienda con bastante mas pena que nosotros hoy. Me encuentro bien, voy tirando, bien colocado, sé que mi carrera pasa en este tramo por su punto fuerte, y decido aguantar olvidando pájaras anteriores como la de Botamarges, pero voy animado, prefiero la lluvia y la humedad al calor y el sofoco y cuando quiero darme cuenta ya estoy en el collado. 

Los Moriscos expulsado del Valle de Ricote, con gran pena lo dejarían.

Me dicen que voy de los 100 primeros, bien, eso para mi está bien, ya soy algo viejuno y mas no puedo pedir, ahora viene la parte media de la carrera, y una bajada inmensa digna de videojeugo, pues un barro pegajoso te succiona mientras bajas para no dejar que sigas corriendo, es una bajada larga como por una rambla que se ha transformado en una trampa para todos pues mezcla, barro, piedras, grava y trialeras, mis Salomon Sepeed Cross van hoy a la perfección y traccionan y escupen barro de mil amores, a pesar de que hundo las zapas casi hasta el tobillo avanzo y avanzo con seguridad. Pero todo se acaba y llega una subida, bonita muy bonita y corrible casi hasta el final con varios zig-zag y monstrándonos un valle precioso a nuestra derecha, al poco y tras pasar un avituallamiento y algún risco corto, pero intenso, llegamos a las antenas (Pico de Almeces), aquí justo las fuerzas me entran en la reserva pero en ningún momento peligran, he ido bebiendo, toman gominolas de PoweBar, Gel de Victory Endurance y mi Enantyum de rigor y la cosa marcha. "Vamos ánimo, solo 8 kms." -me dice un amable voluntario- , ya contaba con eso, porque el recorrido había sido alargado al suprimir la bajada mortal de losas deslizantes. Apenas 80 mts. de asfalto y desvío a la derecha a una superbajada con senda repleta de argamasa de barro y piedras que al pisar no sabías si ibas a aterrizar sobre duro o sobre blando. A todo esto mi tobillo, va bien, lo llevo vendado y menos mal, no así mi talón que empieza a acusar a pasos agigantados como se diluye el efecto de la última infiltración en Julio. Cachis con lo repletito que tengo el calendario hasta las uvas.

Bajar de las antenas con barro hasta las cejas no fue fácil (foto año 2011)

Volvemos a coincidir sobre 1,5 kms. sobre el trazado de subida, mantengo el ritmo, ya no me adelanta nadie, ni yo tampoco, carrera cómoda que me lleva al último avituallamiento, hace rato que ha parado de llover, así que me quito el chubasquero y lo envuelvo a mi cintura, aquí ya últimos 5 kms. ya desde lo alto se ve Ricote y el parking donde hemos dejado el coche, pero todavía faltaban casi 30 minutos por llegar; primero por pista forestal ancha y picando bien hacia abajo donde la rodilla -la cual llevaba tuneada- me empezó a molestar bastante, el luto de la Botamarges todavía no lo había cumplido, pero me puse una velocidad de crucero que incluso me permitía arrimarme al arcén de la pista  y cual peli de Gladiator, acariciar con la palma de la mano las hierbas silvestres mas altas que acechan el trazado impregnándome de aroma y rocio la yema de mis dedos, - me relaja y me ayuda a olvidar lo que todavía me queda por llegar - pero me releja...

Rozar con la palma de la mano al pasar la hierba alta me relaja en las carreras.

Acabada la pista un voluntario nos avisa, ahora 700 mts. de asfalto y luego los ultimos 2,5 kms. hasta meta, bueno apenas tengo ya fuerzas pero tengo rédito y lo empleo aquí pues el asfalto pica hacia arriba, aún así paro un par de veces a coger resuello, mientras ando lo mas aprisa posible, para continuar, viene la pista, se oye al espiker y huele a meta. Por unas callejuelas de huertos entre limoneros zigzagueo siguiendo las cintas y flechas rojas como alma que lleva el diablo pensando ya en acabar y esque al final llevo ya 3:30 y tengo ganas de meta, ale una última curva y allí arriba el arco de meta donde un monumental Buff pone el adjetivo final a la llegada, me santigüo, estoy entero, soy finisher de una dura VII edición del Ricote Trail, ya no me lo cuentan, al fin y al cabo una muesca mas para mi maltrecho calendario.

La sonrisa que no nos la quite nadie, ¿la procesion?, pues eso por dentro.

Buff!!!, eso digo yo, por fin la meta, otra vez finisher!!!

Saludo a Javi (ha quedo tercero de la prueba corta), los voluntarios en el cruce le han marcado mal la senda y al final ha hecho 1:10 para 10 kms. con unos 650 mts+, que no está nada mal. Malpica otro que se sale, 3:01, quinto veterano a 2 escasos minutos del tercero, ha vuelto por fin, y de que manera. Yo conforme con la marcha que llevo de entrenos, la rodilla, el talón y... me callo. Recien venido de Botamarges ya hubiese firmado este tiempo 3:36 en casi 28 kms. arrastrando barro toda la carrera y peleando por no salir disparado fuera de la senda. Tras la pertinente ducha, y cuatro cañas mas, nos volvimos para casa con trofeo e ilusiones renovadas.

FOTOS JAVI MARTINEZ - ALBUM 1 
FOTOS JAVI MARTINEZ - ALBUM 2

4 comentarios:

ramonet dijo...

Ole Miguel eres un crack y le das en todas las condiciones. Además, tu capacidad de recuperación es la leche, meterse entre pecho y espalda Ricote dos semanas después de Bota...Uff

ALBERTO dijo...

Buena y bonita carrera Miguel, cuando yo la hice, disfruté de lo lindo, y lo que no me esperaba eran los lugares tan bonitos por donde pasa.
En esta ocasión, supongo miraríais más al suelo qeu al frente jajajajja.
Un saludo

Marco Antonio Arnedo dijo...

Enhorabuena Miguel.
Me alegro mucho de verte otra vez disfrutar, aunque por como acabas tu maravillosa crónica (como siempre, aunque suene a repetitivo, pero sigen siendo la forma de "ver" la carrera sin estar allí) parace que no lo hiciste del todo.
En mi modesta opinión, creo que después de todas las desventuras que has pasado este último año (talón, tobillo, atropello,...), poder acabar estas duras carreras y disfrutar de tu afición y de tus amigos "trailruneros", es para estar mucho más que contento. La posición y el tiempo, pues eso, la posción y el tiempo, pero lo que importa es que puedes seguir haciendo lo que más te gusta.
Un saludo y haber cuando nos vemos en alguna carrera

Anónimo dijo...

Querer, es poder y se nota que quieres. Ánimo cari, a recuperarte y a por otra.
Besos
Barbi